En una de las mayores ofensivas de los últimos meses, Ucrania lanzó un ataque con 49 drones dirigidos hacia Rusia, incluyendo varios que tenían como objetivo la capital, Moscú. Según información de las autoridades rusas, la mayoría de los vehículos aéreos no tripulados fueron interceptados, pero algunos fragmentos provocaron incendios y daños en diferentes regiones del país.
El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó que los sistemas de defensa aérea lograron derribar todos los drones entre las 19 y las 22, hora local. La ofensiva se distribuyó en varias regiones: 37 drones fueron destruidos en Kursk, siete en Bryansk, cuatro en Crimea y uno en Belgorod. Sin embargo, en la ciudad de Raizán, a 190 kilómetros de Moscú, un dron impactó en una refinería de petróleo, provocando un incendio que fue captado en imágenes por los residentes locales.
El gobernador de Raizán, Pavel Markov, informó que los equipos de emergencia lograron extinguir el incendio y que, aunque los restos de un dron dañaron una casa, no se registraron víctimas. En Moscú, el alcalde Serguéi Sobianin detalló que los drones dirigidos a la capital fueron interceptados en varias localidades de los alrededores, incluyendo Kolomna, Ramenskoye y Podolsk, a 40 kilómetros de la ciudad.
La ofensiva ucraniana generó repercusiones inmediatas en la capital rusa, donde las operaciones en tres aeropuertos tuvieron que ser suspendidas temporalmente. Sobianin aseguró que no hubo daños significativos ni víctimas en las zonas donde cayeron los fragmentos.