Un espeluznante tiroteo se desató en el prestigioso centro comercial Siam Paragon en Bangkok, Tailandia, cobrándose la vida de cuatro personas y dejando varias más heridas. El supuesto autor de los disparos es un menor de tan solo 14 años, identificado como un estudiante, quien fue detenido por las autoridades después de ingresar al centro comercial.
El incidente comenzó aproximadamente a las 16.30 hora local en este concurrido centro comercial situado en una de las avenidas más transitadas de Bangkok. Tras una serie de disparos, la Policía activó un operativo de evacuación para rescatar a las personas presentes en el lugar y se confirmó la tragedia en las redes sociales.
De acuerdo con imágenes difundidas por diversos medios locales, el presunto agresor es un adolescente vestido con pantalones camuflados y armado con un arma de fuego. Después de que las autoridades lograran ingresar al centro comercial, detuvieron al joven, quien aparentemente declaró que “una voz en su interior le dijo que lo hiciera”.
Varios videos compartidos en redes sociales muestran a una multitud de personas tratando de escapar hacia la calle después de escuchar los disparos que resonaban en el interior del centro comercial. También se viralizó un audio en el que una mujer que se encontraba dentro del lugar describe el horror de la situación.
Según informes de los medios locales, el adolescente se habría atrincherado en el piso superior del centro comercial y habría comenzado a disparar a sus víctimas desde un balcón.
El primer ministro Srettha Thavisin hizo una declaración en la red social X: “Me gustaría expresar mi más sentido pésame a las familias de quienes murieron en el tiroteo en el área del centro comercial Siam Paragon. Y me gustaría ofrecer mi apoyo a la familia del fallecido. Y todos los que resultaron heridos también. (...) He ordenado a la policía que investigue. Lo que más me preocupa es la seguridad pública”.
Este incidente se produce casi un año después del mayor tiroteo en masa de Tailandia, que ocurrió en la provincia de Nong Bua Lam Phu, donde un expolicía mató a 36 personas, la mayoría de ellas niños menores de cinco años, en una guardería. La seguridad pública se convierte en una preocupación fundamental en medio de este último episodio violento en el país asiático.