Un curioso hecho ocurrió en el vecino país de Chile, en la región de Biobío, donde unos vecinos denunciaron ante las autoridades que se estaba realizando una misa clandestina en una casa con casi 30 personas y cuando el personal militar llegó al lugar se encontraron con unos fieles muy agresivos, sobre todo el cura, que fingió ser atropellado por ellos.
El video, que fue compartido en las redes sociales, se viralizó rápidamente ya que la actuación del pastor Juan Herrera Fuentes deja mucho que desear. Como se puede ver en la grabación, el hombre se tira contra la caja de la camioneta y deja caer al suelo, donde se agarra del paragolpes para meterse debajo del vehículo y finge una lesión mayor.
En ese momento los presentes comenzaron a gritar y decidieron intentar parar a la fuerza al uniformado que conducía. Una vez que el hombre salió debajo del rodado no pudo contener su enojo y golpeó a uno de los agentes y animó a sus feligreses a hacer lo mismo.
Una vez que el hecho se hizo público, Fuentes, cura de la iglesia Dios es amor, recibió muchas críticas por los cibernautas por su actuación e incitar a la violencia a sus seguidores. Además, se le dictó una orden de alejamiento hacia la víctima que durará hasta el 30 de junio.
El pastor no fue la única persona que dio la nota, sino que otra personas más agredió a otro de los efectivos de seguridad que intentaba detener a otro religioso que se estaba escapando de la situación. Y una mujer, totalmente fuera de sí, increpó a los agentes y a las personas que estaban grabando todo lo que ocurría.
Responsables de la iglesia evangélica y vecinos del lugar, criticaron los sucesos ya que la misa clandestina no estaba permitida por ir en contra de las medidas sanitarias impuestas por el país para detener el avance del coronavirus.
