Desde la parroquia de Martinópole, en el interior de Ceará, Brasil, informaron el cese de misas por parte de su sacerdote. El mismo fue apartado de sus funciones ministeriales tras ser grabado en una fiesta de disfraces en la localidad de Fortaleza. El cura no tuvo mejor idea que su vestuario sea una sotana y además aparecer acompañado por otro hombre disfrazado de diablo.
La decisión del cese de funciones la tomó la Diócesis de Sobral, quien también informó que el cura dio las declaraciones pertinentes. Además de no poder celebrar más misas, el sacerdote tiene plazo de permanecer en la parroquia hasta el mes de diciembre.
Luego de ese entonces, el cura se deberá tomar un año sabático “para reflexionar sobre su vocación y también para profundizar sus estudios”, dijo el obispo diocesano, Dom José Luiz Gomes de Vasconcelos. Según la diócesis de Sobral, el sacerdote “reconoció que se había comportado de manera inapropiada y no conforme al estado clerical y estaba dispuesto a cambiar su comportamiento”.
La fiesta transcurrió el pasado sábado, ha levantado revuelo en la comunidad y en las redes sociales. Como si fuera poco, la noticia se volvió viral en los diferentes portales.
