Un gigantesco alud de tierra dejó dos muertos en la localidad costera de Atami, en el centro de Japón, todavía afectada por fuertes lluvias que complican la misión de rescate.
Dos mujeres fallecieron en el suceso, 19 personas pudieron ser rescatadas y otra veintena siguen todavía desaparecidas, declaró Yuta Hara, portavoz del centro de gestión de catástrofes de esta estación termal, situada a 90 km al suroeste de Tokio.
Según sus estimaciones, alrededor de 130 edificios quedaron dañados por el torrente de barro que el sábado por la mañana arrasó parte de esta localidad, barriendo las casas aledañas a un cerro y transformando las zonas residenciales en un lodazal.
Chieko Oki, una empleada de 71 años de una calle comercial de Atami, declaró que “los grandes postes eléctricos se movían por todas partes. Apenas tuve tiempo de preguntarme qué pasaba, las corrientes de barro ya estaban allí y en las calles también. Realmente tuve miedo”.
Hisao Shima, un pescador de 58 años, recuerda que cuando sonó la sirena de emergencias, no pensó que “fuera grave”. “Pero cuando salí, el estruendo alrededor era realmente impresionante”.
El domingo, agua oscura pasaba junto a vehículos semienterrados y edificios destruidos, arrancados de sus cimientos
Un aparato de aire acondicionado colgaba desde una casa devastada que quedó encima de una espesa amalgama de barro y escombros.
Entre la destrucción, y todavía bajo lluvias que obligaban a interrumpir a veces las labores de rescate, socorristas subían a los techos fisurados e inspeccionaban los autos arrastrados por el alud, policías con perros revisaban las casas afectadas y buzos de los guardacostas se sumergían en las fangosas aguas.
“Retomamos los operativos de rescate temprano en la mañana con unos mil socorristas, incluidos 140 soldados. Hacemos lo posible por encontrar sobrevivientes lo más rápido posible, en una operación con muchas precauciones porque la lluvia continúa”, indicó una fuente de la prefectura de Shizuoka.
La agencia meteorológica japonesa advirtió este domingo que las lluvias continuarían durante varios días en partes del país, y alertó del riesgo de nuevas inundaciones y deslizamientos.