El equipo local, Whitmer, de Toledo (Ohio, Estados Unidos), perdía por 16 a 46 frente a los visitantes, Central Catholic. Al partido solo le quedaban siete minutos. La pelota se puso en juego, pero de repente todos los jugadores en lugar de ir tras el cuero, empezaron a correr hacia el banco de suplentes y los vestuarios. El público asistente buscaba también refugio despavorido. Habían empezado a sonar disparos y nadie sabía de dónde venían.
Los tiroteos múltiples parecen ser moneda corriente en Estados Unidos. El último episodio de pánico por las armas de fuego se vivió en un estadio de fútbol americano y fue retransmitido en directo por televisión. Los miles de espectadores que asistían al partido en el estadio del instituto de Whitmer vivieron momentos de gran nerviosismo. Los disparos, según se supo después, venían de fuera del estadio, pero su sonido bastó para dar un susto tremendo a quienes estaban dentro, detalla El Perfil.
La policía informó de que los disparos hirieron a un estudiante y dos adulto, que se espera que se recuperen tras su traslado al hospital.
El partido de fútbol americano estaba siendo transmitido por una cadena local. Se trata del deporte rey en Estados Unidos e incluso los partidos entre institutos despiertan una gran expectación.
“Nos entristece profundamente que una divertida rivalidad esta noche haya sido interrumpida por un acto de violencia en las calles que rodean nuestro evento. Lo que sabemos en este momento es limitado, y no vamos a especular hasta que se conozcan más detalles. Un evento como este es la peor pesadilla de todo distrito escolar, y les pedimos que mantengan tanto a Central como a Whitmer en sus pensamientos mientras intentamos investigar este acto atroz”, ha dicho en una declaración recogida por medios locales Kadee Anstadt, la superintendente de las escuelas locales del distrito de Washington, en Ohio.