Este lunes, un incendio descontrolado arrasó con unas 40 casas de madera en un barrio pobre de Iquique, en el norte de Chile, dejando unos 300 damnificados. El cuerpo de bomberos enfrentó severas dificultades para abastecer con agua sus camiones.
Según informa AP, Álvaro Hormazábal, director de la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI) de Tarapacá, dijo que el siniestro estalló pasado el mediodía y que ahora “no hay agua, el grifo más cercano está a unos 200 metros’'.
Las viviendas de madera, que fueron levantadas en las faldas de un cerro de Iquique, 1.800 kilómetros al norte de Santiago, en el sector Laguna Verde, carecen de cualquier organización urbana, y sus estrechos pasajes impiden el ingreso de los camiones de bomberos, por lo que los efectivos bomberiles debieron ingresar a pie cargando mangueras.
Hormazábal estimó en unas 40 las viviendas consumidas por el fuego y cifró preliminarmente en unos 300 los damnificadas, aunque “es difícil hacer un cálculo”, señaló.
Sin embargo, el alcalde de Iquique, Mauricio Soria, dijo que es pronto para hablar de cifras, porque “aquí no hay que hablar de casas como constituidas por un predio, en unos cuantos metros pueden haber 5, 10 o 15 familias’'.
Imágenes de televisión del lugar del siniestro mostraban a residentes de Laguna Verde acercándose peligrosamente a las llamas para tratar de rescatar algunos bienes, al tiempo que obstaculizaban a bomberos que intentaban tender sus mangueras.
En Iquique hay muchas barrios pobres o campamentos en los cerros que se levantan a las espaldas de la ciudad, y muchos de sus habitantes son inmigrantes sin autorización que buscaban una mejor vida en Chile.
“Aquí residen muchas personas que han llegado a la ciudad de Iquique, a esta parte, y muchas personas extranjeras, entonces tampoco tenemos su documentación”, señaló el edil.
Soria dijo que de momento no hay informes de heridos y que la Municipalidad ya está preparando albergues para 200 a 300 personas porque se desconoce el número de damnificados.