Un joven se cruzó con un insólito error en la tienda web de una conocida marca de accesorios de lujo y, sin dudarlo, aprovechó la inusual oportunidad que ahora se convirtió en un dolor de cabeza. Es que el internauta encontró un par de aros valuados en 13.000 dólares al módico precio de 13 dólares en la página de Cartier y se compró dos pares.
Si bien el hecho ocurrió en diciembre de 2023, en los últimos días el caso ganó relevancia mundial, ya que Rogelio, un doctor oriundo de México, registró los avances del conflicto en la red social X, antes Twitter.
“Yo aproveche la oportunidad y hasta pedí dos pares, y díganme muerto de hambre pero dudo que ustedes hubieran desaprovechado la oportunidad”, expresó el joven en un posteo realizado el pasado 19 de abril, sobre los aros que adquirió con un descuento impensado. Además, incluyó imágenes de los accesorios de oro rosa decorados con diamantes.
Lo cierto es que el posteo irónico de Rogelio se debe a que recibió una ola de críticas por adquirir los lujosos aros de Cartier, valuados en 13.000 dólares, por 13 dólares. Todo apunta a que un empleado de la prestigiosa marca francesa, cuya reputación se debe a la venta de exclusivos y costosos relojes y accesorios de oro, cometió un error al publicar el precio de los “pendientes clash”.
De esta forma, si bien Rogelio se “aprovechó” de la confusión, su compra sigue siendo “bajo términos y condiciones correctas”, según precisó en otro posteo de la mencionada red social. Además, la transacción fue confirmada y el pago del joven fue aprobado por los medios correspondientes. Incluso, en las notificaciones de la compra se informa que su pedido está en preparación.
La respuesta de Cartier
Luego de que la reconocida marca se percatara de lo sucedido, intentaron cancelar la compra, reembolsando a Rogelio con el dinero abonado, y quisieron compensar el descuido con una botella de champagne Cartier Cuvée y un portapasaportes de Cartier. El valor de los productos en conjunto supera los 4.000 dólares.
Sin embargo, el joven informó que el reembolso de su dinero no fue solicitado e insiste con recibir el producto por el que pagó. Esto ocasionó que fuera contactado, por vía telefónica, en múltiples ocasiones de parte de representantes de la marca, que intentaron disuadirlo de su pedido. El conflicto tuvo un giro agresivo cuando una de las embajadoras le alzó la voz durante una de las llamadas.
En consecuencia, Rogelio tomó cartas en el asunto y puso el caso en conocimiento de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), institución que deberá definir una resolución sobre lo sucedido o, por otro lado, si el hecho se elevará a la Justicia.