Visitar la famosa Fontana di Trevi tendrá un precio de dos euros si se desea cumplir con la tradición de lanzar una moneda. Esta tarifa busca “garantizar una experiencia única” para los más de 10.000 visitantes que acuden diariamente a la fuente. Sorprendentemente, muchos turistas han mostrado su apoyo a la medida. La fuente es una de las joyas del barroco romano y un destino popular para turistas de todo el mundo.
El concejal de Turismo de Roma, Alessandro Onorato, hizo el anuncio en un momento en que la ciudad se prepara para superar los 50 millones de turistas que la visitaron en 2023. El Ayuntamiento pretende implementar la medida para garantizar que los visitantes disfruten de la Fontana di Trevi sin la aglomeración habitual.
Onorato explicó que el objetivo principal es proteger este icónico monumento, que se puede seguir admirando de forma gratuita desde lejos. No obstante, aquellos que deseen bajar los escalones para acercarse a la fuente y lanzar una moneda deberán pagar la entrada, con excepción de los residentes de Roma, para quienes será gratuita.
Cada día, entre 10.000 y 12.000 personas visitan esta fuente, conocida mundialmente gracias a la industria cinematográfica. Onorato lamenta que algunos turistas se apresuren a tomarse selfies o incluso ensucien el área al comer cerca de la fuente. Otros intentan hacerse virales en redes sociales lanzándose al agua. La fuente, construida en 1762 por orden del papa Clemente XII, estará protegida por un sistema de acceso controlado para que los visitantes puedan apreciar los detalles de su conjunto, incluida la representación del mar.
El dinero recaudado se destinará a crear empleos como el de azafatos, que ayudarán a gestionar el flujo de personas y a cuidar el monumento. Onorato explicó que las monedas lanzadas en la fuente, que alcanzan cerca de un millón de euros al año, continuarán siendo donadas a Cáritas, una organización humanitaria con mucha presencia en todo el mundo. Además, Onorato se reunirá con el alcalde de Roma y la Policía Local para definir los detalles de la implementación de esta medida, que ha generado opiniones divididas. Mientras algunos turistas la aceptan con agrado, otros, como visitantes italianos, consideran injusto tener que pagar.
El concejal también señaló que la medida forma parte de un esfuerzo mayor para hacer el turismo más sostenible y proteger la vida diaria de los residentes y pequeños comercios del centro histórico. Con el Jubileo de 2025, que atraerá aún más turistas a Roma, la ciudad se enfrenta al desafío de gestionar el creciente número de visitantes.
