La cifra de muertos por las inundaciones y deslizamientos de tierra en la ciudad de Petrópolis, en el estado de Río de Janeiro, Brasil, aumentó a 104, informó al finalizar este miércoles 16 de febrero el medio brasileño G1. Al menos 54 viviendas fueron destruidas y 370 personas tuvieron que alojarse en albergues, dijeron las autoridades del país.
En declaraciones a los medios, el gobernador del estado de Río de Janeiro, Claudio Castro, señaló que la región montañosa ha sido azotada por lluvias intensas desde 1932. Castro agregó que se espera que la asistencia social para la compra de muebles y enseres llegue a los damnificados por las inundaciones máximo la próxima semana. El gobernador dijo previamente que la situación se asemeja a una “zona de guerra”, con autos colgados de los postes y las calles llenas de barro y agua.
Más de 400 bomberos han llevado a cabo labores de búsqueda y rescate en la región y han logrado rescatar a 21 personas. Aún se reportan 35 personas desaparecidas, pero las autoridades no han determinado el número real. Se declaró “estado de desastre” en la región y se pidió a las personas que viven en áreas de riesgo que se dirijan a los lugares que fueron adecuados como refugios. Debido al desastre, muchas escuelas y universidades de la región se convirtieron en centros de apoyo para albergar a las personas sin hogar y brindar ayuda a los más necesitados.
Las autoridades señalaron este martes que Petrópolis registró en seis horas la cantidad de precipitación que se esperaba para todo febrero. En 2011 más de 900 personas murieron y al menos 100 desaparecieron en hechos similares en la región. Estos eventos son cada vez más frecuentes debido a la terrible deforestación que está sufriendo la región amazónica, que es parte fundamental de la regulación climática continental, por causa de la extensión de las fronteras sojeras y la ganadería intensiva.