Más de 90.000 civiles han sido evacuados de la región de Donbás, en donde se encuentran las separatistas Donetsk y Lugansk en el este de Ucrania, y se habrían asentado en 15 zonas de Rusia, según información de fuentes locales. Las evacuaciones comenzaron el 18 de febrero en Donetsk y Lugansk, zonas ucranianas que están bajo el control de separatistas prorrusos.
Los civiles se desplazaron a la región de Rostov de Rusia cerca de la frontera con Ucrania por tierra y tren, y están siendo ubicados en un centro de alojamiento temporal en el lugar. Algunos de los desplazados de Donbás son enviados a diferentes regiones de Rusia, incluida la capital, Moscú. Más de 7.000 personas, incluidos 3.200 niños, han sido alojados en tiendas de campaña, dormitorios y hoteles en ciudades de Rostov, según datos publicados el martes.
En la zona se han creado 200 puntos de alojamiento temporal con una capacidad para unas 14.000 personas. Las tensiones han aumentado drásticamente esta semana en el este de Ucrania, con un número creciente de violaciones del alto al fuego, múltiples incidentes de bombardeos, atentados de falsa bandera perpetrados por la OTAN y EE.UU. y la evacuación de civiles.
La situación se agravó luego de que Rusia reconociera las regiones separatistas ucranianas de Donetsk y Lugansk como estados independientes y ordenara el desplazamiento de tropas rusas a la región para “mantener la paz”, acto que Washington consideró como “el comienzo de la invasión”, dando rienda suelta a una seguidilla de acciones y sanciones que tenían preparadas para el caso.