La difícil situación económica que se vive en el país desde hace décadas lleva tiempo impulsando la emigración en busca de mejores pastos. España es uno de los principales destinos de los argentinos y argentinas, pero también son muchos quienes buscan empleo en países como Chile o Uruguay, y, por supuesto, el sueño de mucha gente continúa siendo la obtención de una ‘Green Card’ para trabajar y residir en los Estados Unidos.
Un salario promedio en cualquiera de estos países –o en Italia, Portugal, el Reino Unido– es muy superior a un salario promedio argentino, así que cualquier oferta de empleo que sugiera la posibilidad de trabajar en estos lugares atrae bastante atención en nuestro país. Por desgracia, muchas de estas ofertas en realidad son falsas, y se publican de forma fraudulenta con la intención de estafar a sus aplicantes o robar su información personal.
Las estafas no se limitan a las ofertas en el exterior
Una de las estafas más frecuentes en este aspecto consiste en la solicitud de un pago a los aplicantes a cambio de conseguir una ‘Green Card’ o una visa para trabajar en Europa. El segundo caso es el más frecuente, donde el estafador publica un aviso ofreciendo un trabajo con un salario desorbitado –cuatro mil, cinco mil dólares al mes– en cualquier país europeo, la víctima aplica, pero no cuenta con pasaporte europeo, y de ahí la necesidad del supuesto pago.
El estafador puede incluso adoptar una postura defensiva argumentando que esperaba contratar a argentinos o argentinas con doble ciudadanía, de modo que prácticamente le estaría ‘haciendo un favor’ a los postulantes que solo tienen el pasaporte argentino. Por supuesto, si la víctima cae en el engaño y accede al pago, pierde el dinero e incluso podría comprometer la integridad de su tarjeta bancaria, en caso de pagar con este método.
La compañía de seguridad digital ExpressVPN ya nos alertaba de este tipo de estafas, que no solo utilizan el pretexto de la visa, sino que además pueden enmascararse tras muchas otras historias fraudulentas. Sin ir más lejos, otro de los pretextos usados por los estafadores pasa por una oferta de trabajo en las explotaciones de petróleo o gas de la Patagonia, donde la víctima debe hacer un pago previo en concepto de ‘costos de formación’.
El robo de datos puede tener consecuencias aún peores
Los ejemplos que acabamos de ver son esencialmente métodos directos empleados por los estafadores para robar el dinero de las víctimas, pero hay muchos otros métodos indirectos que pueden ser incluso más problemáticos. Desde ExpressVPN se nos advierte de la tendencia al alza de robar los datos personales adjuntos en los currículums, que suelen ser muy detallados y que pueden emplearse para robar la identidad de la víctima.
Hace años que vienen apareciendo en la dark web diferentes filtraciones de bases de datos de este tipo, con millones de entradas en las que se especifican datos como el correo electrónico o el teléfono de las personas afectadas, la entidad bancaria con la que tienen contratadas sus cuentas, o sus números de documento. Con esta información, los hackers pueden robar cuentas en plataformas como Facebook, Instagram, Netflix, Mercado Libre, y muchas más.
Peor aún, mediante una técnica conocida como ‘SIM swapping’, los hackers pueden solicitar un duplicado de la tarjeta SIM de la víctima para robar su número de celular. En cuanto el ciberdelincuente se hace con el control de esta línea, procede a resetear las contraseñas de acceso de las cuentas bancarias de la víctima. Para cuando el robo resulta evidente, la plata robada ya está muy lejos del país y resulta irrecuperable.
La higiene digital y el sentido común, claves para nuestra seguridad
Es muy difícil identificar una oferta falsa publicada en un portal de empleo, sobre todo ahora que se utilizan herramientas como ChatGPT para su redacción. Y, al mismo tiempo, si necesitamos un trabajo debemos aplicar a las ofertas que consideramos interesantes, corriendo el riesgo de que algunas de estas ofertas sean maliciosas. Por eso, la higiene digital y el sentido común deben ser nuestros mejores aliados para proteger nuestros datos.
Limitar la información que compartimos en nuestras aplicaciones web puede ayudarnos a prevenir el hackeo de nuestras cuentas, sobre todo manteniendo lejos de nuestro currículum datos críticos como el correo electrónico o el número de teléfono asociados a nuestras cuentas bancarias. Lo ideal es contar con una línea prepaga secundaria para adjuntarla en cada candidatura de empleo, en lugar de compartir nuestro teléfono principal.
Del mismo modo, se recomienda limitar la cantidad de cuentas online que tenemos activas en cada momento. En promedio, una persona tiene más de 150 cuentas digitales en 2024, pero muchas de estas cuentas no son realmente necesarias, o se crearon solamente para un trámite de una sola vez. Eliminarlas limitará el alcance de un posible hackeo, y reducirá las posibilidades de que nuestras claves se vean expuestas por una posible filtración.