Microsoft Word es el programa más famoso del mundo y su popularidad ha sido bien ganada en las cuatro décadas de vida que celebra este mes.
Microsoft Word es un procesador de textos, o sea, es una herramienta que permite crear, editar, ver textos. No fue el primero, pero sí el más evolucionado y su uso marcó el fin de las máquinas de escribir para dar nacimiento a una nueva forma de producir escritos.
Incluso hay quienes creen que Word fue el impulsor del desarrollo masivo de computadoras hogareñas ya que era una de las principales razones por las que la gente quería una PC en casa.
Breve historia de Word
El dato más curioso sobre el nacimiento de Word en 1983 es que fue creado antes de que existiese Windows como sistema operativo. Aunque hoy parecen inseparables, en el inicio el procesador de texto tuvo otro destino.
Word fue creado por los programadores Charles Simonyi y Richard Brodie y fueron reclutados por Microsoft por su experiencia trabajando en la empresa Xerox donde desarrollaban programas como Bravo, uno de los primeros editores de texto bajo el concepto WYSIWYG -en inglés “What You See Is What You Get” y en castellano “lo que ves es lo que tenés”- que se refería a que lo que el usuario veía en pantalla es lo que se imprimiría en papel.
La primera versión, lanzada en octubre de 1983, se llamó Word 1.0 y funcionaba en MS-DOS, uno de los primeros sistemas operativos que existieron. A esa versión se le hicieron algunas modificaciones para que funcionará en otras plataformas como Atari ST o Macintosh de Apple.
Su nombre originalmente también era distinto ya que se lo llamó Multi-Tool Word pero luego se simplificó a Microsoft Word.
La primera reseña de Word apareció en la revista InfoWorld donde se señalaba que con el lanzamiento de su procesador de textos, Microsoft había “dado un paso más hacia el campo del ‘software’ de aplicaciones”. También detallaba que podía emplearse con el nuevo ratón de Microsoft y permitía a los usuarios utilizar “múltiples fuentes” y que funcionaba bien “con nuevas tecnologías de impresión, como el láser o la tinta”. También señalaba que admitía notas a “pie de página, subíndices, superíndices y desplazamiento horizontal”.
Recién en 1989 llegó la versión Word 1.0 para Windows. Sus cambios eran notables y más amigables con el usuario. Luego siguieron las versiones Word 2.0 en 1991, Word 6.0 en 1993, Word 95, Word 97, Word 2002 -que apareció con Office XP en 2001-, Office Word 2007 y 2010.
Cada versión fue sumando nuevas funciones y herramientas además de simplificar tareas. Con el tiempo pasó a ser parte de Office junto a otras herramientas de ofimática y se diversificó en versiones gratuitas y de pago, sumó almacenamiento en la nube y ahora utiliza hasta inteligencia artificial.
(R)evolución
Aunque la función de Word es la misma que hace 40 años, la diferencia entre la primera versión y la actual es abismal. Con cada versión, Microsoft sumó funciones y perfeccionó otras.
Entre sus grandes ventajas están la inmensa cantidad de fuentes que se pueden utilizar, las sugerencias de escritura, la múltiples lenguas que incluye, los atajos de teclado, los estilos y formatos y mucho más.
Sin embargo, no todo ha sido ventajas. La decisión de Microsoft de lanzar versiones actualizadas con nuevos formatos provocaron más de un dolor de cabeza a los usuarios, especialmente cuando recibían un archivo .docx y no podían abrirlo en su Word 97, una de las versiones más populares. También sufrió varias vulnerabilidades de seguridad y los parches fueron corrigiendo el problema.
Su evolución también abrió camino a las versiones alternativas sin costo y de código abierto que tuvieron mucho peso cuando la compañía lanzó Office 365 y decidió cobrar por su uso. Además todo el paquete de ofimática se dividió en versiones para empresas, estudiantes y particulares con diferentes opciones y costos.
Inteligencia Artificial al rescate
Aunque Word fue sumando herramientas muy útiles, recién este año incorporó la función más revolucionaria de todas: Copilot. Este servicio es un asistente de Inteligencia Artificial generativa que permite al usuario pedir en lenguaje natural lo que desea escribir y la herramienta hace el trabajo.
Copilot ha llegado también a otras aplicaciones del paquete 365 como Excel o PowerPoint. Así, ya no es necesario conocer fórmulas, formatos o comandos sino que se puede pedir al asistente que haga o agregue algo sin necesidad de tener conocimiento detallado del programado.
Siempre imitado pero nunca igualado, Microsoft Word llega a sus 40 años en plena forma y con signos de que tiene aún una larga vida por delante.
Los otros “Word”
La popularidad -y la comercialización- de Word posibilitó que nacieran otros procesadores de texto con características similares pero sin costo y mayor compatibilidad.
Los dos más populares son OpenOffice y LibreOffice. Ambos son herramientas de código abierto, gratuitas y de actualización constante. Son compatibles con todos los sistemas operativos (desde MacOS y ChromeOS hasta Linux y, claro, Windows) y también con todos los formatos.
Otra versión muy utilizada es Google Docs, un procesador de texto online y gratuito que no requiere instalación. Tiene las mismas funciones que Word y hasta posee dictado por voz que entiende muy bien nuestro acento argentino.
Clippy, el asistente que se volvió un chiste
En 1996 se lanzó Word 97 y con él llegó por primera vez un asistente llamado Clippy. Rápidamente se convirtió en la mascota de Microsoft por su diseño divertido ya que era un clip -de los que se utilizan para sostener hojas- con ojos y boca que ofrecía ayuda para moverse dentro de Word.
Aunque su objetivo era ayudar, muchos usuarios lo consideraban molesto porque aparecía de repente y no lograba funcionar correctamente. Con el tiempo se volvió una broma, sinónimo del que quiere ayudar pero termina complicando las cosas.
Cinco funciones útiles y desconocidas
1 - Cambiar mayúsculas por minúsculas y viceversa: para hacerlo hay que seleccionar el texto y luego ir a Inicio, Fuente y pulsar en el icono que muestra una A mayúscula junto a otra minúscula (Aa) y elegir la opción deseada. También permite colocar letras mayúsculas al inicio de cada palabra.
2 - Volver a la última edición de forma rápida: esto se puede lograr con solo presionar las teclas “Shift + F5″. Así se puede ver la última edición realizada en el texto e incluso hasta las tres versiones anteriores.
3 - Guardar automáticamente el documento: esto sirve para no perder los cambios. Hay que ir a la opción del menú Archivo / Opciones / Guardar y allí marcar la opción “Guardar información de autorrecuperación” e indicar cada cuantos minutos queremos que se guarden automáticamente los cambios.
4 - Encontrar sinónimos: solo hay que seleccionar una palabra y hacer clic con el botón derecho sobre ella. Se abrirá la opción Sinónimos y aparecerá un listado con varias opciones.
5 - Proteger el documento: esto puede implicar que se pueda ver pero no editar o directamente evitar que alguien más pueda abrirlo. Para activar esta función hay que ir a Herramientas / Proteger documento y marcar la opción deseada. Para evitar que alguien lo abra habrá que crear e introducir una contraseña.