Despertar, desayunar y ver cómo está el tiempo es la rutina que nos une. Saber si habrá sol, nubosidad, lluvia o viento es una incertidumbre diaria que los pronosticadores y servicios meteorológicos llevan años resolviendo. Sin embargo, desde hace más de una década fue creciendo un refuerzo informativo que está siempre al alcance de la mano: las apps del clima.
La prueba está en la tienda de aplicaciones de cualquier teléfono. Una recorrida por Google Play en Android o la App Store de Apple nos muestra que la oferta es casi infinita.
Desde la llegada de los smartphones, la app del clima está entre las que vienen por defecto y la conservamos en la primera pantalla junto a las esenciales como la Cámara de Fotos o WhatsApp.
Cómo pasa con cualquier aplicación que instalamos lo primero que tenemos que preguntarnos es ¿para qué la queremos? Claro, en este caso parece obvio que es para saber cómo estará el tiempo en mi ciudad pero ¿qué otros datos buscamos?
Lo que queremos y lo que nos dan
Estas apps siempre fueron prioridad para los desarrolladores y sus constantes actualizaciones son la prueba. No sólo sumaron datos detallados sino que su estética mejoró con fotos de cada ciudad y hasta agregaron animaciones para hacer esa información más clara aún.
Esencialmente, la mayoría de los usuarios busca dos cosas en estas apps: saber el pronóstico y que sea gratuita. Con estas dos consignas encontramos una gran variedad de aplicaciones. La mayoría compensa con publicidad la falta de pago y allí hay que asegurarse que, al menos, los avisos no sean tan invasivos.
Ver la temperatura, la predicción meteorológica del día o los siguientes es lo primero que buscamos. Pero las apps actuales ofrecen una gran cantidad de detalles que exceden la info básica y pueden resultar muy útiles.
-Temperatura y sensación térmica: además del dato actual, suelen indicar claramente las máximas y mínimas del día. También informan la sensación térmica aunque en provincias como Mendoza no es un dato esencial para los usuarios debido a que rara vez tenemos una alta humedad que marque un dato relevante.
-Pronóstico por horas: saber cómo estará el tiempo por la noche o la mañana siguiente es esencial para muchos y las apps lo detallan claramente.
-Notificaciones en tiempo real: muchas apps ofrecen alertas para notificar algún evento meteorológico específico como lluvias o vientos fuertes a corto plazo. Lo acompañan además con datos extras como la posible duración o la intensidad.
-Ubicación en tiempo real: la geolocalización automatiza muchas funciones en los smartphones y el tiempo es una de ellas. En las app no es necesario modificar manualmente la ciudad a la que llegamos ya que lo puede hacer automáticamente.
-Salida y puesta de sol: este dato suele estar presente entre los básicos de la pantalla de inicio. Marca con exactitud cada día el movimiento solar y en detalle puede mostrar el registro por día o mes y año para.
-Índice UV: la incidencia solar es otro factor importante y muchas apps sumaron información sobre la intensidad de radiación ultravioleta con colores de alerta.
-Fases lunares: esta información también está a mano en la mayoría de las apps con información sobre la fase del día y el detalle de las siguientes en el calendario.
-Estado del viento: otra información que se vuelve relevante de acuerdo a la zona en la que cada usuario viva. Da principalmente detalles sobre dirección y velocidad.
-Calidad del aire: esta opción fue apareciendo en actualizaciones recientes y no está disonible en todas las ciudades. Marca el estado de claridad o contaminación -por diferentes razones como humo, smog o niebla- del aire y suele indicarlo con colores de verde a rojo, como las alertas.
La nube que tapa el sol
Aunque son muy populares y hay muchas, una gran mayoría tiene un defecto de base: la falta de precisión local. Al menos así lo ve el observador meteorológico y pronosticador Fernando Jara, un profesional con más de dos décadas de experiencia y reconocido por los mendocinos por su trabajo en Canal Nueve.
En su observación, las apps son útiles aunque algo imprecisas. “Creo que es una herramienta muy importante siempre y cuando esté dentro de las normativas. Todas las aplicaciones que pueda brindar el teléfono están basadas en modelos numéricos a los que casi todos los meteorólogos nos remitimos”, afirma, y agrega: “No quiero decir que el pronóstico de una app sea malo pero no es un pronóstico exacto. Un buen pronóstico necesita de un profesional o un grupo que haga el análisis en cada lugar y ese valor local las aplicaciones no lo tienen”.
Admite que la tecnología ganó terreno ante los profesionales por una cuestión de costos. “Sé que en lo económico no es lo mismo pagarle a un pronosticador que consultar directamente la información de una aplicación Y no estoy en contra de eso, aunque sé positivamente que ese resultado no es exacto”. Demás está decir que el pronosticador no utiliza apps y cuenta con gracia: “Me hago mi propio pronóstico, incluso cuando no trabajo”.
Para Fernando Jara el cúmulo de datos a analizar en combinación con el conocimiento de la zona es lo que da un pronóstico certero y las apps actuales solo cumplen una de esas dos condiciones. “Incluso en sitios webs oficiales como Contingencias Climáticas o el Servicio Meteorológico Nacional tienen apreciaciones distintas porque trabajan de forma diferente”, asegura.
Esa falta de precisión se debe a que la mayoría de las apps utiliza bases de datos generales y toma información de los servicios meteorológicos que cada país hace de sus ciudades. La diferencia está en el método, según Jara, y eso repercute en la precisión. “Hay que conocer la zona donde se vive. Es esencial para hacer un buen pronóstico”, sostiene.
Al igual que el trabajo diario del pronosticador y de los organismos, las apps también pueden anticipar fenómenos que no ocurren u omitir otros que terminan tomándonos por sorpresa.
“No somos Dios. La naturaleza es muy linda pero una cosa es ser pronosticador y otra cosa es tener la verdad. Sería bueno tener todos los instrumentos y todas las herramientas para poder pronosticar sin errores eso pero no siempre se puede”, concluye Fernando Jara.
Viento a favor
A pesar de que las apps son populares, no lograron desterrar al pronosticador humano. Al menos en la televisión siguen vigentes y también gracias a la tecnología. Pasaron de informar con tiza y pizarrón a utilizar mapas y gráficos digitales con detalles impresionantes.
Tanto el trabajo del pronosticador de corto plazo como los análisis de expertos climatólogos se nutrieron de la capacidad de las computadoras para procesar datos y del avance tecnológico satelital para acortar los tiempos en los que obtienen resultados precisos sobre la predicción meteorológica.
Las mejores apps
Aunque, literalmente, hay miles de apps, algunas destacan por su precisión, actualización, estética y servicio. Estas son algunas de las más populares y gratuitas:
-Apps nativas en iOS y Android
-AccuWeather: para Android y para iOS
-Yahoo Weather: para Android y para iOS
-The Weather Channel: para Android y para iOS