A siete meses de haberse confirmado la compra de la empresa de videojuegos Activision Blizzard por parte de Microsoft, las polémicas no cesan a día de hoy. Y es que, mientras la compañía desarrolla este negocio, también debe enfrentarse a una incómoda realidad al develar el número de ventas de la consola Xbox One, la cual quedó muy por detrás de su rival, Sony, con su Playstation 4 durante la generación pasada de consolas.
Durante las audiencias para que Brasil apruebe la compra de la editora de Candy Crush y Call of Duty, la compañía hizo pública información clasificada referida a la pasada generación de la Xbox Series X/S. “Sony pasó a Microsoft en términos de ventas de consolas, habiendo vendido más del doble que Xbox en la generación pasada”, admitió la empresa en uno de los documentos.
El total de unidades vendidas de la PlayStation 4 cerró en marzo con un informe final que las ubicó en 117,2 millones. Si bien Microsoft no suministró los números finales sobre la Xbox One, su declaración sugiere que estuvieron por debajo de 58,5 millones.
A pesar de caer en la histórica “guerra de consolas”, los analistas del mercado gamer creen que el trabajo de Microsoft en esa consola fue clave, en cuestiones técnicas, para el pasaje a la nueva generación.
En la actualidad, creen que la distancia entre ambas compañías es más pequeña: Sony terminó el 2021 con 17 millones de unidades vendidas, 1,6 veces más que las ventas de Xbox.
La otra guerra: PS Plus vs. Game Pass
Los tiempos de paz entre Microsoft (Xbox) y Sony (PlayStation) también cesaron en materia de sus servicios de videojuegos por suscripción. También como parte del proceso de aprobación regulatoria de la comprar Activision Blizzard, el gigante tecnológico de Redmond salió al ataque de Sony al acusarlo de pagar por “derechos de bloqueo” para mantener los juegos de terceros fuera de Game Pass.
El líder de Xbox, Phil Spencer, fue el primero en desestimar todo tipo de hipótesis sobre las restricciones que Microsoft podía realizar con respecto al contenido de Activision - Blizzard, en específico la franquicia Call of Duty, y cómo podrían afectar a Sony con sus PlayStation 4 y PlayStation 5.
“Tuve buenas llamadas esta semana con los líderes de Sony. Confirmé nuestra intención de honrar todos los acuerdos existentes tras la adquisición de Activision Blizzard y nuestro deseo de mantener Call of Duty en PlayStation. Sony es una parte importante de nuestra industria y valoramos nuestra relación”, aseguraba ni bien se revelaron los detalles de la negociación.
No obstante, la editora japonesa argumentó que la compra sería anticompetitiva para PlayStation con un editor tan grande bajo el paraguas de Microsoft. El impacto de la adquisición fue tan grande que las acciones de Sony cayeron estrepitosamente al momento que se cerraron las negociaciones.
La batalla se focalizó, luego, en sus servicios por suscripción PS Plus (Sony) y Game Pass (Microsoft) y el contenido que alimenta ambas plataformas.
“La capacidad de Microsoft para continuar expandiendo Game Pass se vio obstaculizada por el deseo de Sony de inhibir dicho crecimiento”, dijo Microsoft en documentos presentados ante el regulador nacional de competencia de Brasil.
“Sony paga por los ‘derechos de bloqueo’ para evitar que los desarrolladores agreguen contenido a Game Pass y otros servicios de suscripción de la competencia”, reconocieron.
Hasta el momento no se saben cuáles fueron juegos o desarrolladores específicos, ni cuánto pagó Sony y con qué frecuencia lo hicieron. Pero esto se asemeja a una práctica conocida por ambas empresas: pagar por exclusividad para mantener un juego fuera de una plataforma rival por un período de tiempo.