Cuando contratamos un servicio online, ya sea gratuito o pago, accedemos a una determinada calidad y cantidad de características, las cuales por lo general suelen satisfacer nuestra necesidad (de ahí es que uno en primer lugar elige al mismo).
Todos alguna vez lo hacemos. Por ejemplo elegimos entre Google Photos y Flickr para almacenar nuestras imágenes. O entre Spotify y Apple Music si queremos escuchar música por streaming.
Pero lo que rara vez se dá es que después de contratado un servicio este empeore. Bueno, Microsoft se las ingenió para hacer exactamente eso. La empresa productora de Windows acaba de sacarte tus pocos y preciados gigabytes de almacenamiento en OneDrive, ya sea que pagues por el producto o si accedes a este con una cuenta gratuita. ¿Qué pasa ahora con tus datos?