Gustavo Siryi perdió a cinco amigos “de toda la vida” en el atentado terrorista del martes en Nueva York y ahora, cuando 8 mil kilómetros más al sur repasa sus recuerdos registrados en viejas cámaras fotográficas de rollo, advierte algo de lo que no tenía conciencia: “Todas las fotos que tengo mías son con ellos o con mi familia; no tengo otras”.
“Nadie espera que se te mueran cuatro o cinco amigos en un día”, señaló Siryi, con dolor, desde su casa en la zona norte de Rosario.
En el Rowing Club local, sobre la costanera norte de la ciudad más poblada de Santa Fe, Siryi conoció hace cuatro décadas a Diego Angelini y Alejandro Pagnucco, quienes más tarde sumaron al grupo a Ariel Erlij y Hernán Ferruchi, cuatro de los 5 argentinos asesinados el martes en el atentado en Manhattan.
Para Siryi, invariablemente, ellos son ‘Cope’, ‘Picho’, ‘Momia’ y ‘Pitu’, a quienes en todo momento menciona como “los chicos”, pese a que todos pisaban los 50 años. La quinta víctima fue Hernán Mendoza.
También integraba ese grupo Martín Ludovico Marro, herido por Sayfullo Saipov, un uzbeko de 29 años radicalizado e inspirado en el Estado Islámico, que arrolló a una veintena de personas con una camioneta y luego fue detenido. Allí murieron ocho personas y 12 fueron heridas, entre ellas Marro, quien se repone de las lesiones en un hospital de Nueva York.
El martes por la noche Siryi vio la noticia del atentado en Nueva York. “No le presté mucha atención; como una noticia más, de esas que uno ve sin mirar”, relató, y contó que un rato más tarde un cliente lo llamó angustiado: “Parece que murió ‘la Momia’; está saliendo en la tele”.
Efectivamente, el primer nombre que se conoció de las cinco víctimas fatales fue el de Ariel Erlij, el empresario rosarino promotor del viaje, que incluso solventó parte de los gastos que sus amigos no podían afrontar.
“Cuando dijeron que había más argentinos, los llamé a ‘Picho’ y a Diego; los llamé al celular por whatsapp”, cuenta Siryi. “No me atendieron y les mandé un mensaje escrito: ¿Llamame, me enteré lo del accidente’”.
La respuesta nunca llegó. “Es un golpe terrible; eran chicos que estaban de vacaciones”. Los cuerpos de los cinco muertos llegarán a Buenos Aires mañana a la madrugada junto a sus familiares y los sobrevivientes.