Asfixia, presión y contraataque. La fórmula de Olimpo para frenar a Newell’s. Es más, las contras de Vuletich equilibraban la historia a la hora de contar las llegadas de cada lado.
Pero claro, los goleadores son goleadores. Y la Lepra cuenta con uno que no falla, como Scocco, que anotó el penal y tres puntos que dejan a su equipo como escolta.
Bernardi y Figueroa buscaban el control. Mateo cortaba y Rodríguez insistía en romper la línea. Díaz por afuera intentaba sorprender. Todas intenciones que se quedaron en eso por la presión visitante.
Pero Scocco se iba a despertar. Y lo hizo. Provocándose, inventándose él mismo las jugadas de gol. El primer mano a mano le llegó a medida pero la pelota cruzada la tapó bien Champagne.
Y en su segunda seria búsqueda, asociándose con Figueroa, su freno fantasista se encontró con la pierna imprudente rival. Y sí, pena, y luego gol para que Newell’s su ubique a un punto de River (tiene un partido menos).