Oler y tocar: cómo reconocer los productos riesgosos para los niños

¿Sabías que las fibras de tus hijos pueden poner en riesgo su salud? ¿Y que algunos estampados de las remeras son peligrosos? Enterate.

Oler y tocar: cómo reconocer los productos riesgosos para los niños
Oler y tocar: cómo reconocer los productos riesgosos para los niños

Todos los días los consumidores entran en contacto con un gran número de sustancias, desde las presentes en la vestimenta hasta el maquillaje. ¿Pero cómo asegurarse de que no haya sustancias peligrosas en camisetas, pantalones o juguetes para los niños? Los especialistas recomiendan confiar en los propios sentidos: oler, ver, tocar. Aquí algunas recomendaciones:

- Juguetes: Si siente un aroma inusual para el tipo de material con el que está fabricado, tenga cuidado. También hay que tocarlos: ¿tiene bordes o esquinas puntiagudos? ¿Las costuras del osito de peluche son fuertes? También hay que leer cuidadosamente las etiquetas y buscar que certifiquen un origen seguro. Es recomendable ver si en la etiqueta dice que el uso del producto ha sido certificado y que cumple con los requisitos de seguridad. Es necesario que se especifique el fabricante así como el importador.

Lo mejor es elegir productos de fabricantes e importadores conocidos. Esto vale sobre todo cuando no se puede apelar a los sentidos porque se compra por Internet. También es importante corroborar a niños de qué edad están destinados los productos: los juguetes para los menores de tres años deben seguir normas aún más estrictas, como no contener partes que los pequeños puedan tragar.

- Fibras de colores: Hay que tener cuidado con las fibras porque la tinta es un producto químico que puede contener sustancias problemáticas. Es por eso que debería evitarse el contacto de la tinta con la piel. Después de un buen rato pintando con las fibras, se recomienda airear el ambiente. Los padres deben observar que los niños no se metan las fibras en la boca. En general, son más seguros los crayones y los lápices de colores.

- Vestimenta: Al igual que en el caso de los juguetes, se recomienda a los consumidores oler la ropa para detectar olores raros. Es importante detenerse en las impresiones con goma y los colores muy fuertes, ya que podrían contener colorantes azoicos prohibidos. En todo caso, se recomienda lavar siempre la ropa antes del primer uso, ya que a veces los textiles también reciben un tratamiento especial para ser transportados.

- Cosméticos: En el caso de los cosméticos, hay dos problemas. El primero es que los nombres de sus componentes no suelen resularles conocidos a sus consumidores, y el segundo es que "dermatológicamente testeado" sólo quiere decir que el producto fue probado bajo supervisión de un dermatólogo, pero no dice ni en cuántas personas ni en qué condiciones. Los fabricantes más responsables se toman muy en serio este tema. También se les puede preguntar a los vendedores. Quien ya ha reaccionado alguna vez con alergias a un producto debe recordar no sólo su nombre sino también el de otros con sustancias similares.

- Gafas de sol: No todas las gafas de sol protegen los ojos de los rayos UV. Es importante comprobar los datos de origen en la etiqueta, como el nombre del fabricante. También debería figurar la indicación de "no apto para mirar directamente al sol", así como recomendaciones para su mantenimiento y limpieza.

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