La medianoche del 17 de marzo de 1924, el ingeniero Jorge Duclout le puso voz a la primera transmisión por radio en Mendoza. Ese momento histórico tuvo detrás a un héroe olvidado por la provincia un siglo después: Eduardo Bradley. Aquel aviador platense que en 1916 había cruzado por primera vez en globo la Cordillera de los Andes (junto al mendocino Angel María Zuloaga), volvía a hacer historia en Mendoza armando y poniendo “en sintonía” la primera estación radiotelefónica.
La Radio del Parque, como se la llamó entonces, fue también una de las primeras del Cono Sur (solo Buenos Aires y Montevideo tenían las suyas en esos días) y aunque en su década de vida nunca pudo lograr un funcionamiento acorde con su importancia, marcó el inicio de una era que aún sigue en pie, ahora con los podcasts y las radios online.
Sin embargo, el gran olvido, la gran deuda que tiene Mendoza, es con Bradley, un hombre que marcó dos hitos inéditos en ocho años en la provincia y que aún hoy no tiene nada que lo recuerde: ni una plaza, ni una calle, ni una escuela. Ni hablar de un estudio de radio que lleve su nombre.
Bradley no fue un “animal de radio” sino más bien un espíritu de su época: el cambio de siglo y sus avances tecnológicos. La aviación y la radiotelefonía fueron sus dos obsesiones y en las dos hizo lo suficiente como para pasar a la historia argentina.
Hoy, a cien años del inicio de las trasmisiones radiales en la Argentina, justo es reconocer al “héroe de la cordillera” que puso a Mendoza “en el aire”.