Su llegada
Domingo F. Sarmiento arribó a Mendoza el 16 de abril de 1884. El gran maestro fue recibido por una comisión formada por los doctores José Vicente Zapata y Juan Serú y por Joaquín Villanueva.
El “Constitucional” del 17 de abril decía: “Desde ayer el pueblo de Mendoza cuenta en su seno al ilustre viajero, al distinguido publicista, al hombre de Estado, al señor Sarmiento. A las 11 de la mañana se encontraba ya en la casa del señor Zapata, punto destinado para que descansara hasta la hora de hacer su entrada a la ciudad”.
Tenía ya 73 años y se lo veía muy cansado y con razón, pues además de sus dolencias físicas, el extenuante viaje desde Chile se hacía en gran parte a lomo de mula. Su entrada triunfal en la ciudad de Mendoza fue por el lado de la alameda, donde se congregó una enorme cantidad de gente para saludarlo. A partir de entonces tuvo una intensa actividad social y donde iba era homenajeado, creándose comisiones especiales para su recibimiento. Hubo banquetes, funciones de teatro (a veces interminables), desfiles de alumnos, reuniones con personas de la alta sociedad y hasta su participación en un sepelio. Sin embargo, nunca perdió su espíritu normalista y visitó muchos establecimientos educacionales. La Escuela Normal de Maestros (creada durante su presidencia), la actual Patricias Mendocinas; la Escuela Normal de Maestras, que estaba ubicada en las hoy calles Amigorena y San Martín. Y por supuesto (no podía dejar de visitarla) la Escuela Nacional de Agricultura, en la Quinta Agronómica, y fue allí en ese preciso lugar donde se tomó la histórica fotografía.
Reunión familiar
Es interesante el análisis y descripción de la única foto que le fue tomada entonces, como dijimos en la Quinta Agronómica. Identificaremos primero a las personas que lo acompañaron en ese momento que fueron personalidades de la alta sociedad mendocina. Fue, como veremos, una reunión muy familiar. En segundo término, analizaremos las características estructurales del lugar donde fue tomada:
Hubo varios pedidos para que Sarmiento pasara por San Juan, pero no lo hizo, sino que siguió rumbo a Buenos Aires (se marchó el 21 de mayo). Es por eso tal vez que explica la presencia de sus familiares.
En un análisis de la imagen, estructuralmente podemos observar la presencia de unas columnas de madera (a, b y c) eran seis en total como veremos en la siguiente imagen de 1946.
Se puede visualizar también un contrapiso (d) de ladrillos y escalón correspondiente, a los pies de Bienvenida Sarmiento. Por último, al fondo de la imagen se pueden ver palmeras (e). Existió un solo lugar donde todas estas características confluían, es decir el sitio donde fue tomada era la Dirección de la Quinta Agronómica, algo absolutamente lógico ya que enfrentaba exactamente al portal de ingreso a la escuela, y donde habitualmente se recibían las personalidades que la visitaban. Vale recordar que el director que recibió a Sarmiento fue el agrónomo Aaron Pawlovsky y esa parte, la Dirección, fue construida en 1878.
Registro de alrededor de 1946
Fue tomada ya en tiempos de la Facultad de Ciencias Agrarias (UNCuyo). Es una de las imágenes donde mejor se puede visualizar la antigua dirección y sus características. Los pilares de madera se ven que son seis en total que sostienen un importante alero con cinco caídas de agua (medio decágono). Se ve también el contrapiso ya enlucido y la puerta de ingreso. La dirección tenía un ancho total de 7,3 metros. Obsérvese también (centro) las palmeras ya de gran porte. La flecha (roja) indica el lugar exacto y la dirección en que fue tomada la fotografía de 1884.
Última imagen de Agricultura, 1972
La demolición del edificio principal (sobre calle Belgrano), comenzó en 1964, con el trazado de la avenida Peltier, con lo cual se demolió más de la mitad del mismo. Ocho años después en 1972, se derribó el resto. En esa oportunidad mi padre el ingeniero agrónomo Francisco M. Melis tomó esta imagen (como muchas otras), documentando los últimos momentos de los antiguos edificios. En ella se observa la antigua dirección, casi irreconocible, pero aún se destaca el alerito con cinco caídas de agua. Las columnas de madera que lo sostienen sirvieron entonces para cerrar el ingreso con una mampara de madera, con puerta de acceso al frente. La flecha indica el lugar donde fue tomada la foto de 1884.
Dónde fue tomada la fotografía de 1884
Para poder determinar el lugar (con la mayor exactitud posible) apelamos a una serie de “herramientas” tanto históricas como contemporáneas. En primer lugar, las fotos de época, que aportan el posicionamiento de la dirección en el edificio principal (130 metros de largo), y otras (muy importantes) que nos indican el límite sur del mismo, muy cerca de la orilla norte del zanjón Frías. El uso de Google Earth, y su corroboración con medidas “in situ”. Y por último un documento muy importante: un plano del edificio principal de 1921, con minuciosos detalles del mismo. Este fue hallado por una excelente profesional, la arquitecta patrimonialista Liliana Girini. En resumen, concluimos que la histórica imagen del gran maestro sanjuanino fue tomada a 107 metros de la orilla (original) norte del zanjón Frías, y a 14 o 15 metros de la línea de edificación de calle Belgrano. En definitiva, en la explanada de acceso al Palacio Policial. Podemos superponer la histórica imagen con una actual.
En el presente año se cumplieron 140 años de la histórica visita del ilustre sanjuanino, su breve estadía en la Quinta Agronómica. Fue una reivindicación de su pensamiento, que veía a la agricultura como un recurso fundamental para el progreso económico del país y la formación de técnicos para tal fin.
Recordemos que en aquel lejano mes de septiembre de 1870 (cuando era presidente) creó el Departamento Nacional de Agricultura, que dio origen a la Quinta Agronómica, primera Escuela de Agricultura de la República Argentina con asiento en Mendoza. La Facultad de Ciencias Agrarias (UNCuyo) nació en el histórico predio y desarrollo sus primeros quince años en él. Es por eso la legítima heredera y continuadora de esa genial idea, gestada hace más de un siglo y medio. Una gran idea, no en vano se honra su nombre en su himno: “Para el grande, entre los grandes. Padre del aula, Sarmiento inmortal”.
* El autor es ingeniero agrónomo.