Esclavitud, holocausto judío, sacrificios humanos en los pueblos aborígenes, hemos visto en la historia de la humanidad y todo ello fue, a su tiempo, legal. El aborto repite el esquema: el fuerte domina o aniquila al débil, al indefenso, a aquél que aún no tiene las fuerzas para luchar por su vida. Aquellos países que primero aceptaron la esclavitud (Roma); aquellos que realizaron o consintieron el holocausto (Alemania) o quienes despreciaban y esclavizaban a los afroamericanos (USA), ellos fueron pioneros también en legalizar el aborto. No son ejemplo de nada.
Hoy escuchamos argumentos: sólo los hijos deseados deberían nacer. Plantean que, antes de nacer, tiene derecho a protección del sistema de salud y controles prenatales sólo si es deseado. Al indeseado, nada. Al no deseado, muerte. Hablan de decidir sobre el propio cuerpo, pero desconocen que esa decisión debe tomarse antes de la concepción de un nuevo ser, no cuando ya está concebido. Dicen: “Las mujeres mueren por aborto clandestino” pero nadie inventó un pañuelo de colores para defender a miles de mujeres que mueren por desnutrición, cáncer, cardiopatías, entre otros. Pareciera que sólo defienden a aquéllas que mueren matando a su hijo.
ara legalizar lo impensable: el homicidio premeditado, cuando la propia madre contrata a un sicario para ejecutar al mismo ser por el cual debería dar la vida; al ser que física y personalmente más se parece a ella en el mundo entero y, luego de ejecutar el plan, cuando cree que ha solucionado su problema, surge el problema mayor: La conciencia. En soledad; soledad ahora angustiosa, dolorosa, soledad que se ha construido ella misma. Surgen pensamientos como lanzas. ¿Qué día hubiera sido su nacimiento? ¿Se habría parecido a mí? Y si luego viera un video de aborto real por internet jamás podrá escapar del pensamiento ¡Esto le hice a mi propio hijo!
Los legisladores que apoyan este proyecto de aborto ¿leyeron el proyecto? ¿Tienen conciencia de que están legalizando el aborto hasta el noveno mes de gestación y que están permitiendo el aborto libre en niñas desde los 13 años sin necesitar autorización de los padres? ¿Saben que el nuevo proyecto viola la objeción de conciencia de los médicos, enfermeros, obstetras y los obliga a matar siendo que tienen vocación para salvar y curar? ¿Averiguaron sobre técnicas abortivas y cómo se paraliza el corazón a los bebés en el vientre materno?
Después se sorprenden de la grieta entre legisladores y el pueblo.
Argentina es luz del mundo. Extraño país que, desde su fundación, rechazó la esclavitud. Que abrió los brazos a los sufrientes del mundo, que buscaban una tierra de futuro y esperanza y así con ese espíritu hospitalario, tal vez heredado del gaucho, la mayoría hemos decidido proteger al futuro, calzar el pañuelo celeste y gritar a viva voz: ¡Salvemos las dos vidas! ¡Ánimo, que el Bien ha vencido al mundo!
* Prof Universitaria en Psicología Ética y Relaciones Humanas.
* Producción y edición: Miguel Títiro
