Es cada vez más difícil de entender lo que genera el agua y su escasez en la gente de Mendoza. Los que criticaban en diciembre del 2019 la modificación de la ley 7722 que permitía la actividad minera metalífera, no han vuelto a juntarse por los problemas hídricos de la provincia, que van desde la falta de obras, hasta el mega derroche. Los que usan este tema políticamente, tampoco han aportado mucho para la solución, salvo frases para quedar bien con los que se manifiestan en una supuesta defensa del agua, pero ni hablar de plan alguno. Sí en cambio se refugiaron en un partido político para tratar de seguir teniendo un puestito público. Por otra parte, tenemos a bodegueros, productores de distinto tipo e industriales, que firman un documento en el que indican la falta de pericia del gobierno para tratar el tema y reclaman obras, entre otras cosas, pero nada dicen de cómo financiarlas.
Unos datos que nos aportan mucho a la hora de hablar sobre el uso del agua son los que tiene Irrigación y que indican que el 81% del agua la usa el agro y dentro de ese 81% la vid se lleva el 44%, los frutales el 19, las pasturas el 11, los productos hortícolas de verano (tomate, pimiento, zapallo, papa, etc.) el 7%, los productos hortícolas de invierno (ajo, lechuga, etc.) el 6 al igual que el olivo.
El agua es cada vez más escasa, sin dudas hay que cuidarla, pero también hay que modernizar el cobro de un bien que no nos sobra. Los que usan el agua para hacer buenos negocios con el riego de las tierras, deberían aportar algo más que un documento con críticas.