Antonio Di Benedetto y el cobro de un offside controversial

Cuando condujo Los Andes pude observar en Antonio Di Benedetto a un jefe con jerarquía y decisión en todas las situaciones. Allá por 1967 tuvo la feliz iniciativa de crear el Suplemento Deportivo, una sección que necesitaba mucho, periodísticamente. nuestro querido diario.

Antonio Di Benedetto  y el cobro de un offside controversial
Antonio Di Benedetto.

Estamos a pocos días de otro aniversario de la fundación de Diario Los Andes y quiero evocar a un personaje inolvidable en la historia del periodismo de Mendoza, el gran escritor Antonio Di Benedetto, de cuya muerte se cumplieron 38 años el pasado 10 de octubre.

En mi caso voy a relatar una anécdota que tiene que ver cuando yo trabajaba en la sección Deportes, de la que luego llegué a ser jefe.

En 1971, un lunes recibí una llamada telefónica de Di Benedetto, algo inusual porque él nunca hablaba a Deportes.

Me pidió que concurriera su despacho, cosa que hice lleno de intriga y curiosidad.

Al entrar a su oficina (ingresando al diario, a la derecha), en el acto me di cuenta la razón de porqué me había llamado.

Observé que estaba sentado en un sillón Aldo Pedemonte, juez de línea en la Liga Mendocina de Fútbol.

El día anterior yo había cubierto uno de los partidos de primera división, y Pedemonte formaba parte del trío arbitral.

El lunes había salido un artículo con mi comentario sobre el encuentro.

Di Benedetto, con el modo respetuoso que lo caracterizaba, me dijo que el juez de línea había denunciado un error en mi nota y me pidió que diera mi versión sobre lo escrito.

Di la explicación basada en la reglamentación de la International Football Board (encargada de definir las reglas del fútbol a nivel mundial).

La jugada de la controversia fue así: en un determinado avance de uno de los equipos, el línea levantó el banderín y marcó un fuera de juego (offside) y el árbitro principal convalidó su decisión.

En mi texto critiqué con dureza a Pedemonte porque en Incorrecciones y Faltas del reglamento, el fuera de juego dice que es pasivo, ya que quien estaba inhabilitado era un jugador que no participó en la acción porque estaba ubicado en el otro extremo del campo de juego, y el autor del gol se encontraba en posición lícita, habilitado.

Después de dar la explicación, Di Benedetto me agradeció y me pidió que me retirara.

Volví a mi sección y enseguida recibí otra llamada del entonces subdirector, quien me señaló que la razón para pedirme que fuese a su despacho era para que me defendiera y diera mi argumento sobre lo que había escrito.

También me felicitó por la convincente exposición que ofrecí.

Ese tipo de jefe era Di Benedetto, con jerarquía y decisión para asumir una situación.

Quiero apuntar que antes de lo narrado, allá por 1967, tuvo la feliz iniciativa de crear el Suplemento Deportivo, una sección que necesitaba mucho, periodísticamente, nuestro querido diario Los Andes.

Además, acertó con la elección del jefe del área al designar a Rodolfo Braceli, quien era un columnista brillante en Arte y Espectáculos, y con mucha sabiduría lo eligió porque conocía su pasión por el deporte, especialmente por el fútbol.

Era fanático de Luján Sport Club, equipo que seguía todos los domingos, y cuando ganaba, el día lunes revolucionaba la Redacción General con sus festejos.

Eso lo advirtió Di Benedetto y con una notable visión periodística lo eligió y no se equivocó.

Braceli como única condición pidió armar su propio equipo de gente.

Entre otros llegamos junto a Rafael Morán, Enrique “Quique” Romero y otros redactores especializados.

Con orgullo puedo decir que ninguno lo defraudó en la profesión.

* El autor es periodista.

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