El Estado argentino dio un gran paso en materia de abordaje de consumo problemático de drogas al promover una política pública basada en el respeto de los derechos humanos y diseñada en el marco de la Ley de Salud Mental y del Plan Integral para el Abordaje de los Consumos Problemáticos, creado por Ley nacional 26.934 (Iacop).
El jefe de Gabinete de Ministros de la Nación, Santiago Cafiero, presentó, junto a Daniel Arroyo (ministro de Desarrollo Social) y Gabriela Torres (secretaria de Políticas Integrales sobre Drogas, Sedronar), el programa Potenciar Acompañamiento, destinado a fortalecer los trayectos de vida de las y los jóvenes en situación de vulnerabilidad que transitan la última etapa de su tratamiento por consumo problemático y adicciones en algún espacio o dispositivo de la red territorial de Sedronar.
Si bien se trató de la presentación del programa, es decir, todavía resta conocer los detalles sobre su implementación, el mismo tiene como objetivo acompañar a jóvenes en situación de consumo problemático y adicciones para el fortalecimiento de un proyecto de vida saludable, a través de la formación para el trabajo y la terminalidad educativa, así como la regeneración de sus redes sociales y afectivas. Para ello, prevé un acompañamiento tanto personal como económico por etapas, a partir de un enfoque de derechos y en clave de políticas de cuidado.
El acompañamiento personal estará a cargo de un/a “acompañante par”, es decir, se trata de tutores/as que ya realizaron su tratamiento y la inserción comunitaria.
Un detalle, de esos que marcan la diferencia, al reconocer el saber específico, personal, social y cultural que tiene una persona que ya atravesó esa situación. Así comienzan a dialogar los saberes teóricos y biográficos en la co-construcción del entramado social, científico e interdisciplinario, en miras de la promoción de un cuidado colectivo y corresponsable.
El consumo de drogas no es un problema individual, mucho menos de clase. Muy por el contrario, constituye un fenómeno multidimensional y complejo.
El sentido que tiene el consumo de sustancias para cada persona, se inscribe en lo singular de su historia de vida, enlazado con su contexto sociocultural.
El acompañamiento económico consiste en la percepción de una asignación de $ 8.500 mensuales destinada a las personas incluidas en el programa.
Es un enfoque fundamental, no sólo para asegurar la continuidad del mismo sino, también, para fortalecer la capacidad de agencia en el camino hacia su plena autonomía.
Ninguna política es, por naturaleza, buena o mala. Todo es perfectible. Lo que verdaderamente importa –y hace que la política pueda ser buena o mala– es su implementación. Para ello se requiere compromiso y voluntad política que se traduzca en recursos humanos (especializados y en cantidad) y económicos.
Si hay algo que la pandemia evidenció es que, en todo proceso de transformación social y cultural, el Estado y la salud pública cumplen un rol protagónico. Potenciar Acompañamiento, se trata de una iniciativa que se inscribe en el camino de un Estado presente y dispuesto a implementar un modelo de atención accesible conforme a una perspectiva de derechos.