Manuel Belgrano viajó a Europa para estudiar mientras en el Río de la Plata se vivía un situación de creciente actividad económica debido a la categoría de Virreinato concedida en 1776, que lo había liberado de la tutela del Perú. En ese año acontecieron tres hechos fundamentales que cambiarían el mapa político, económico social y cultural del mundo: la Independencia de los Estados Unidos, la publicación del libro más célebre de Adam Smith y más moderno de economía (“La riqueza de las naciones, teorías sobre la división del trabajo, el mercado, la moneda, la naturaleza de la riqueza, el precio, los salarios, beneficios y la acumulación de capital”) y la Provincia de Cuyo pasa a formar parte del Virreinato de la Plata, mientras que antes había pertenecido a la Capitanía General de Chile.
Cuando llegó a España la economía y las leyes, aún no eran independientes. Primero apareció la abogacía como facultad y la economía fue durante mucho tiempo un capítulo dentro del derecho. Manuel Belgrano primero estudió y ejerció el derecho en España. Pero la Revolución francesa le marcó un rumbo, a través de ella se interesó en la economía.
En Salamanca estudió economía en una academia en las que se trabajaban las ideas económicas del abate Antonio Genovesi que fue un referente del iluminismo italiano (el iluminismo fue en Italia el reflejo de la ilustración, un movimiento cultural y filosófico que empezó en la segunda mitad del siglo XVIII sobre los temas gnoseológicos, éticos y políticos que anticiparon el pensamiento francés de esta época). El libro de Genovesi -”Lecciones de comercio”- era centro de los debates en el reino.
El joven Belgrano participó en reuniones en las que se debatían las ideas de Feijoo, Campomanes y Jovellanos, que fueron los pensadores más relevantes del siglo XVIII.
Según él mismo lo señala en su Autobiografía, “las ideas de economía cundían en España con furor al terminar mi carrera y creo que a eso debí que me colocaran en la secretaría del Consulado de Buenos Aires”. Se apostó por él para conducir el cuerpo comercial de Buenos Aires y es así como comenzó a ejercer como economista.
Entre sus lecturas se encuentra a Adam Smith, Jovellanos, Quesnay, Galiani, Genovesi y Gaetano Filangieri.
Aparentemente estos pensadores iban en contra del catolicismo que profesaba Belgrano pero él demostró que se podía ser católico e ilustrado. De “Lecciones de economía Civil o de Comercio” estableció la unión entre economía y política, un proyecto económico para un estado soberano. Sus iniciativas en cuanto a la educación pública también las tomó del texto citado. También lo cautivaron las ideas de Quesnay en la Tableau Économique que consignó el lema “campesinos pobres, reino pobre”, “reino pobre, rey pobre”. La primer obra de Quesnay marcó el inicio de la primera escuela de fisiócratas -la producción rural es el centro de la producción y la fuente de la circulación de la riqueza-. De esta corriente devino un Belgrano que definió la agricultura como “la madre fecunda que proporciona todas las materias que dan movimiento a las artes y al comercio” y la llamó “el verdadero destino del hombre”.
También se interesó en Adam Smith que en 1776 publicó su Investigación sobre la naturaleza y causa de la Riqueza de las Naciones, que fue la obra fundadora del liberalismo clásico. Belgrano unió ambas corrientes al concebir a la producción agrícola acompañada del libre comercio. Afirmó que los labradores debían vender al precio “que más les conviniera”.
Campomanes y Jovellanos, dos pensadores españoles, fueron los que más influyeron en Belgrano.
Campomanes publicó sus “Discursos sobre la Educación Popular” y el segundo afirmaba que la riqueza de los pueblos estaba en la inteligencia y la clave de la industria en la educación. Belgrano pensó a la tierra como un derecho natural y se opuso al latifundio.
Además consideraba que el interés era el móvil del hombre y que bien manejado éste podría dar resultados muy útiles, consideraba al trabajo como el medio de inserción en la sociedad a la vez que “preserva de todos los vicios y males”, según sus propias palabras.
Le dio un lugar preponderante a la agricultura desafiando a la economía que dependía de la extracción y comercio de los metales preciosos. Afirmaba que la agricultura producía sobrantes que las artes (industrias) y el comercio transformaban y multiplicaban.
Las tres debían estar juntas para lograr los mejores resultados, una sin la otra solo lograrían adelantos y no un gran desarrollo.
Afirmó que el comercio también debía ser libre y el Estado debía reservarse la función de la educación, construcción de caminos y puentes. Sostuvo que sólo en circunstancias extraordinarias el Estado debe proveer trabajo y ayuda.
Belgrano trajo las ideas del liberalismo tradicional pero su pensamiento fue variando. Combinó la fisiocracia liberal con la escuela italiana más proteccionista. Rechazó de plano el monopolio y contrabando aún en contra de la trayectoria de su familia.
Aseveró que se debía multar el contrabando porque “jamás han podido existir los Estados luego de que la corrupción ha llegado”.
Belgrano fue el primer educador de la sociedad criolla. Su objetivo principal era educar al pueblo en oficios útiles.
Postuló la centralidad del trabajo en una sociedad que hasta ese momento lo consideraba una actividad para esclavos e indios.
Fueron ideas revolucionarias que adaptaron las concepciones de la ilustración al Río de la Plata.
Una de esas ideas es lo que hoy se llama meritocracia y tiene una alta connotación negativa, él decía que se debía premiar al que se esforzaba para incentivar el progreso.
Belgrano fue pragmático frente a la crisis fiscal de falta de moneda acaecida por la defensa de Buenos Aires en las Invasiones Inglesas. Le propuso al Virrey Liniers abrir el comercio a los ingleses para debilitar a Montevideo, atraer al Perú y generar ingresos por exportaciones.
Antes de la Revolución de Mayo buscó una mayor autonomía para la economía interna junto al desarrollo de la producción y mano de obra local. A partir ésta su pensamiento cambia hacia ideas más proteccionistas. Propuso la exportación de “sobrantes” y agregó que las mayores ventajas provendrían de manufacturar antes porque se ahorraba dinero y se generaba empleo.
Belgrano vivió grandes cambio desde la monarquía ilustrada, la Revolución francesa, la lectura de los grandes pensadores económicos y después trajo todo a la realidad americana, que luego adaptó al Río de la Plata. Mitre lo definió como “educacionista, literato, jurisconsulto, filántropo y economista social”,
La economía política fue parte del debate en la Asamblea de 1813, En 1814 lo enviaron junto a Rivadavia a Europa a abrir nuevos caminos...
Martín Rodríguez y Rivadavia fundaron la Universidad de Buenos Aires en 1821 y al año siguiente comenzó a dictarse la primera cátedra en la que se enseñó Economía política. Belgrano había fallecido en la pobreza.
*El autor es ex Diputado Nacional por Mendoza.