Al repasar el diario de los últimos días advierto veo una nota (30-1) sobre la recaudación de los casinos de Mendoza. La nota aporta información cuantitativa poco frecuente y muy valiosa. Estas líneas están destinadas a precisar algunos conceptos, algo confusos, y pedirle a la buena periodista que la realizó completar aquella.
La nota se titula correctamente recaudación de los casinos. Luego se introduce el concepto de recaudación neta, que sería el número que surge de deducirle a la recaudación total el impuesto a los ingresos brutos (21,5%). El otro concepto algo confuso es el de ganancia y beneficio, asimilados con ingreso o recaudación. La ganancia o beneficio (se pueden usar como sinónimos) es la diferencia, en términos gruesos, entres ingresos y costos totales, es un residuo. Puede ser positivo, neutro o negativo.
La sugerencia es construir algunos indicadores que permitirían dimensionar el “aporte o participación del juego” en la economía provincial. Teniendo en cuenta que, en conjunto, el juego es una pérdida económica para los apostadores.
Un indicador importante es la recaudación total de los casinos, ese sería aporte de los apostadores, deducidos los pagos de los premios.
Otro indicador importante es el aporte de los casinos al Estado, impuestos y canon (¿cómo se establece?, que es de suponer deben pagar tratándose de un negocio monopólico del Estado, que sólo éste adjudica a un privado.
Finalmente contar con los balances de las empresas para conocer sus costos y los beneficios o ganancias obtenidas.
No parece ocioso recordar que el juego es un vicio, un vicio que en muchas personas produce graves daños, la adicción al juego es la ludopatía. Los gobiernos creen haber convertido un vicio en virtud. Así escuchamos el “desarrollo” que tendrían algunos departamentos con la instalación de nuevos casinos. Es un arte de magia convertir la pobreza en riqueza mediante un vicio, el juego.
*El autor es Licenciado en Ciencias Políticas y Sociales (UNCuyo)
