Alguna vez, a través de esta misma columna, me he referido a palabras que han tenido un origen común, pero que, luego, al evolucionar, no han terminado en el mismo resultado. Lo vimos a partir del verbo “corromper”, que tiene la misma etimología latina que “romper”, provenientes ambos de “rumpere”. Sin embargo, los participios de uno y otro no son iguales pues, mientras uno hace “roto”, el otro sigue el modelo regular de los verbos de segunda conjugación y, para la conjugación de los verbos compuestos, nos da “corrompido”: “Debido a un relajamiento de las normas, se han corrompido las costumbres”. Al lado de este participio regular, hallamos “corrupto”, que funciona como adjetivo, con el significado de “que se deja o ha dejado sobornar, pervertir o viciar”: “Es un funcionario corrupto”. Puede también sustantivarse: “Se dice de él que es un corrupto”. Esta forma no puede usarse en los tiempos compuestos de la conjugación.Esta regla tiene vigencia para el verbo “corromper” en todas sus acepciones: “Alterar y trastocar la forma de algo”, como en “Con el tiempo, se han corrompido las normas institucionales”. También, “echarse a perder o pudrir algo”: “El calor ha corrompido la fruta ya madura”. La tercera acepción equivale a “sobornar con dádivas”: “”Ella, con permanentes regalos, ha corrompido a ese joven excelente”.Puede también decirse “corromperse”, como pronominal, con la acepción de hacer que algo se deteriore: “Las generaciones siguientes se relajaron y se han corrompido desde la literatura hasta el habla”. Finalmente, “corromperse” puede equivaler a “oler mal”: “Hay un olor desagradable pues se ha corrompido el material orgánico”.
Este verbo “corromper” no es el único relacionado con “romper”, que ha desarrollado su participio en forma regular: veamos otros tres de uso cotidiano. Se trata de “interrumpir, “irrumpir” y “prorrumpir”, cada uno con un lejano “rumpere” en la etimología, pero hoy con valores significativos diferentes. Veámoslos: en el caso de “interrumpir”, su significado es el de “cortar la continuidad de algo, ya en el lugar, ya en el tiempo”: “Se ha interrumpido el normal suministro de energía”. También, en el caso de personas, se lo usa para indicar que se atraviesa la palabra de una mientras la otra está hablando: “No lo dejaban desarrollar coherentemente su argumento porque había opositores que lo interrumpían en forma permanente”. Se puede usar además para señalar que se impide el paso por algún lugar: “Está interrumpido el paso a Chile”. El participio que se usa en la conjugación es totalmente regular, “interrumpido”. Sin embargo, existe “interrupto”, como participio irregular, una voz ya anticuada que no figura en el diccionario académico. Pero esa forma, que incorpora el grupo culto consonántico “-pt-”, está presente en otro grupo de términos de la familia, como “interrupción” e “interruptor”. En cambio, desde la forma regular, encontramos el adjetivo “ininterrumpido” y el adverbio “ininterrumpidamente”, con el valor de “en forma continuada” : “Los ruidos molestos no cesaban e iban aumentando de modo ininterrumpido”.El segundo verbo de este grupo es “irrumpir”: su valor es el de “entrar, presentarse violenta y repentinamente en un lugar”: “Los malhechores irrumpieron armados en el lugar, habitado por dos ancianos”. El participio es totalmente regular: “Dice el noticiero que los atacantes han irrumpido en ese territorio”. Pero, nuevamente, en su familia de palabras, aparece un vocablo con el grupo culto “-pc-”: se trata del sustantivo “irrupción”, que se define como una “aparición violenta y repentina de algo”. Lo advertimos en “Su llegada a este sitio supone una irrupción maravillosa por los cambios que ha traído consigo”.
En cuanto a “prorrumpir”, el valor significativo le viene dado por el prefijo “pro-”, ya que equivale a “salir algo con ímpetu” y “proferir repentinamente y con fuerza o violencia una voz, un suspiro u otra demostración de dolor por pasión vehemente”: “La emoción súbita la hizo prorrumpir en llanto”. Nuevamente, su participio es absolutamente regular, “prorrumpido”.
Muy escuchado es “disrupción”, que nos conduce directamente al vocablo latino “disruptio”, traducido como “rotura, fractura”. El diccionario nos lo define como “rotura, interrupción brusca”. Siempre la disrupción nos remite a la capacidad de vivir en un cambio de las reglas de juego, un corte con los productos o procesos existentes. Encontramos en el vocablo el grupo consonántico culto “-pc-” y, en el adjetivo “disruptivo”, el grupo “-pt-”. El valor de este adjetivo es “que rompe o interrumpe bruscamente un proceso anterior”. Cuando se usa junto al sustantivo “conducta” o “comportamiento”, se los está calificando como “antisociales”, porque marcan una ruptura, respecto de pautas y valores preestablecidos. Incluso, decir “disruptivo” implica aludir a acciones hostiles, que pueden inducir a la desorganización de las actividades interpersonales y grupales. La Fundéu alude también al verbo “disrumpir”, pero no es posible encontrarlo en las fuentes académicas.
Saliendo del marco del verbo “romper” me plantean otra diferencia: la de los parónimos “infectar” e “infestar”. Según la Fundéu, estos verbos comparten una zona común de significación: “Invadir un organismo y multiplicarse en él”; sin embargo, nos dice esta asociación, aunque con ambos verbos se expresa que un patógeno invade un ser vivo y se multiplica en él, el Diccionario de términos médicos de la Real Academia Nacional de Medicina señala que los microbios infectan, mientras que los macroparásitos infestan. Esto significa, entonces, que virus y bacterias infectan un organismo, mientras que, por ejemplo, piojos y garrapatas lo infestan. Entonces, decimos “Fue infectado de coronavirus” y “La liendre, convertida en piojo, le infestó el cabello”.En sentido figurado, los dos verbos poseen otros valores: “infectar” puede ser equivalente a “corromper” con malos ejemplos o doctrinas; así, “La codicia ha infectado a distintas clases sociales”. En cambio, “infestar” puede equivaler a “causar daños y estragos a animales, plantas e, incluso, a casas”: “Este verano, mosquitos y langostas han infestado las zonas rurales”. Además, puede ser, dicho de una gran cantidad de personas o de cosas, “llenar un sitio”. Podemos decir “Las bandas delictivas han infestado los barrios cercanos”.