Cornejo mantiene departamentos con peso político

Los números de la estratégica área del Gran Mendoza consolidan el triunfo del oficialismo a través del arrastre que demostraron el reelecto capitalino Ulpiano Suárez, Diego Costarelli en Godoy Cruz, Marcos Calvente en Guaymallén y Francisco Lo Presti, en Las Heras.

Cornejo mantiene departamentos con peso político
El frente Cambia Mendoza vivió un clima de optimismo, Alfredo Cornejo es el gobernador electo y Hebe Casado la vicegobernadora, le sacaron mas 10 puntos a Omar De Marchi. Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

El futuro gobierno de Cambia Mendoza mantendrá una estructura política sólida en los principales departamentos de la provincia. Los resultados de ayer así parecen demostrarlo. Si bien Alfredo Cornejo gobernará con sólo 8 intendencias de su mismo espacio, éstas cuentan con el peso que le dan las figuras elegidas para conducirlas y el respaldo popular en cuanto a cantidad de votos sumados en ellas.

Los números de la estratégica área del Gran Mendoza consolidan el triunfo del oficialismo a través del arrastre que demostraron el reelecto capitalino Ulpiano Suárez, Diego Costarelli en Godoy Cruz, Marcos Calvente en Guaymallén y Francisco Lo Presti, en Las Heras. Este último, al tener que afrontar un mano a mano difícil con el sector liderado por el intendente Daniel Orozco. Esa caída posiblemente sea el golpe más fuerte para La Unión Mendocina por todo lo que representó para la política provincial semejante ruptura, incluyendo el plano judicial.

Búnker Cambia Mendoza 
El frente Cambia Mendoza vive un clima de optimismo, Alfredo Cornejo es el gobernador electo y Hebe Casado la vicegobernadora, le sacaron mas 10 puntos a Omar De March.i 

Foto: Ignacio Blanco / Los Andes
Búnker Cambia Mendoza El frente Cambia Mendoza vive un clima de optimismo, Alfredo Cornejo es el gobernador electo y Hebe Casado la vicegobernadora, le sacaron mas 10 puntos a Omar De March.i Foto: Ignacio Blanco / Los Andes

En el festejo del triunfo de ayer, Alfredo Cornejo eligió compartir escenario con varios de esos mencionados intendentes, demostrando que fueron sus grandes apuestas para departamentos que el oficialismo quería retener y que, con seguridad, serán pilares en el armado estratégico para encarar la administración provincial a partir de diciembre. En el caso de Godoy Cruz, Costarelli será la continuidad de un cornejismo fuertemente afirmado a nivel departamental.

Y también suman mucha tracción dos logros en el Este. En San Martín, que reeligió a Raúl Rufeil ampliamente a pesar del desafío que significaba la reinvención de Jorge Omar Giménez, pero esta vez en las filas de La Unión Mendocina, y en Junín, al que volvió Mario Abed para repetir porcentajes que supo tener en sus cuatro intendencias anteriores a su paso por la Vicegobernación. Lo de Rivadavia, si los ajustados números confirman el triunfo de Ricardo Mansur, no sería tan grave porque, al fin y al cabo, se trata de un dirigente muy querido en su departamento y que tiene raíces radicales, más allá de sus disidencias de los últimos tiempos. Y no deja de ser una simpática situación.

Es muy probable que de ese grupo de jóvenes y exitosos intendentes de la elección de ayer comiencen a surgir estrategias y armados políticos pensando en tiempos venideros. El retorno de Alfredo Cornejo para volver a pelear por la Gobernación, es bueno recordarlo, frenó ambiciones lógicas de varios de los jefes departamentales radicales que dejan sus cargos a fin de año sin posibilidades de una nueva reelección. Era inadecuado pretender competir con quien ejerce, por su capacidad, el liderazgo político dentro de Cambia Mendoza. Sólo lo hizo Luis Petri, pero sin pertenecer a ese férreo entorno que caracteriza al cornejismo. Y los números de ayer demostraron que esa interna, finalmente, no fue dañina para las aspiraciones del radicalismo, como muchos suponían y temían.

Color político por departamento
Color político por departamento

Por otra parte, acertaron, indudablemente, los siete intendentes (seis peronistas y el difonsista sancarlino) que desdoblaron las elecciones municipales en sus departamentos. Demostraron que sólo de ese modo, fundamentalmente los peronistas, ponían a resguardo el respaldo que siguen teniendo entre sus vecinos. Mantuvieron a salvo sus jefaturas distritales ante la posibilidad de que el descrédito del peronismo a nivel provincial terminara jugándoles en contra si hubiesen mantenido unificadas las elecciones y todo se hubiese resuelto ayer.

Ya se ha dicho, pero siempre es bueno recordarlo para contextualizar: los denominados “caciques” departamentales del PJ mantienen arraigo en sus territorios, pero no logran trascender a nivel provincial para encarar la conducción de un proyecto político que lleve al peronismo provincial a disputas electorales que han quedado en la lejanía.

Probablemente las miradas se mantengan a partir de ahora dirigidas al jefe maipucino, Matías Stevanato, que fue reelecto en forma muy clara, pero tiene marcadas diferencias con los dirigentes que están a cargo de la conducción del peronismo mendocino en el orden provincial. Y puede llegar a contar con la posibilidad de liderar, si así quiere y lo intenta, en un futuro no muy lejano. Fue astuto al mirar con afecto el crecimiento del nuevo movimiento político de De Marchi pero sin embanderarse, como sí hizo el intendente lavallino Righi.

Lo de Celso Jaque en su departamento, Malargüe, no deja de ser impactante y adquiere cierta lógica si se tiene en cuenta el desencanto de los malargüinos con las idas y vueltas que la política les generó en los últimos tiempos. Un buen reconocimiento para un dirigente que tuvo sus mejores desempeños, por lo menos en cargos ejecutivos, al frente de su departamento, al que tomó como modelo de gestión para llegar al a Gobernación.

De todos modos, antes de encarar cualquier intento de resurgimiento, el PJ local deberá observar primero qué posicionamiento obtiene el sector a nivel nacional luego del proceso electoral en marcha, teniendo en cuenta, fundamentalmente, que el contexto es totalmente desfavorable. Mientras tanto, es difícil imaginar cómo se recompondrá un partido que ha sido protagonista de la política mendocina durante tantos años y que ahora transita con esfuerzo la escena viendo como pierde fuerza en cada elección.

En cuanto a La Unión Mendocina, los resultados en el plano territorial sólo confirman el mantenimiento de lo que ya tenía antes de la elección. Luján, que es un bastión que supo consolidar De Marchi con su intendencia, dentro de Cambia Mendoza, y luego a través de su línea sucesoria, que se mantendrá ahora como parte del nuevo espacio. Y San Carlos, un reducto celosamente cuidado desde hace muchos años por Jorge Difonso, quien se transformado en uno de los puntales del sector liderado por De Marchi.

En el resto de los departamentos a La Unión Mendocina no le alcanzó para emparejar al oficialismo provincial; quedó lejos en la mayoría de los casos. Aunque tuvo el mérito de aventajar al peronismo, como ocurrió en el plano provincial.

En síntesis, mirando lo que vendrá a partir de diciembre, una buena jornada electoral para el oficialismo provincial al asegurar poder territorial en los departamentos más gravitantes.

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