La visita de Javier Milei generó enorme expectativa en la política de Mendoza en los últimos días. Sus consecuencias locales de cara a las próximas elecciones seguro se verán en las próximas semanas. Y en tanto las encuestas lo sigan posicionando bien a nivel nacional al libertario, la escena local podría experimentar cambios y pensar en algún movimiento de piezas que sorprenda.
Mientras tanto, en los espacios mayoritarios locales, especialmente en el oficialismo, se suceden especulaciones que surgen de las intenciones que insinúan quienes desean tener protagonismo el año próximo.
Por ejemplo, hay siempre mucha actividad del lado de Pro, en especial luego de la visita de Rodríguez Larreta. Omar De Marchi no tiene aún mucho espacio político como para insinuar que podría alejarse de la alianza con el radicalismo local. Es una situación que se repite, ya que las mismas especulaciones se produjeron antes de que llegara a un acuerdo con Suárez y Cornejo por las listas de candidatos para las pasadas legislativas.
En aquel momento eran varios los espacios no radicales y no kirchneristas que esperaban una definición del lujanino para decidir si se sumaban o no a una eventual tercera fuerza provincial competitiva. Esa posibilidad no se dio y varios de los que esperaron hasta último momento se debieron terminar conformando con los módicos porcentajes que dejaron para sus sectores las elecciones.
¿Qué trasciende cerca de De Marchi? Entre otras especulaciones, que existiendo la posibilidad de que Juntos por el Cambio recupere la conducción del país en 2023 el destino nacional del actual referente Pro en Mendoza se encuentra prácticamente asegurado. Si le toca volver a jugar en el bando oficialista, De Marchi puede ocupar un cargo en el gabinete nacional o bien pasar a ser el presidente de la Cámara de Diputados, de la que hoy es vicepresidente por la oposición. Sólo necesitaría buscar la reelección en las listas del año próximo, algo muy posible si el escenario actual no cambia en Mendoza.
Pasando al radicalismo, prácticamente todos sus dirigentes, y fundamentalmente los que pretenden subir a lo más alto del podio, están pendientes de lo que Cornejo decida con respecto a su propio derrotero político. Es que siguen siendo viables sus posibilidades a nivel nacional.
El ex gobernador está de algún modo anotado entre los que surgen como presidenciables por la UCR. Pero está claro que Cornejo siempre privilegió y privilegia la unidad de Juntos por el Cambio. Y en ese escenario, si sus posibilidades no alcanzan para pelear por el número 1 probablemente sí sean potables para un cargo importante en el Ejecutivo. Algo muy similar a lo de De Marchi.
Así, la última alternativa del actual senador nacional sería la del retorno a Mendoza para buscar otra vez la Gobernación. Y se sabe que es la opción que menos lo seduce.
En la UCR provincial sigue rigiendo el pedido del Gobernador para que ningún interesado en anotarse para sucederlo lo diga a viva voz por lo menos hasta que finalice 2022, que, según los líderes del oficialismo, es de gestión, no electoral. Sin embargo, es tanta la ansiedad en las capas medias de la estructura provincial que entre los altos mandos hay contactos y más de una especulación sobre lo que puede llegar a definirse de cara a 2023.
Ha trascendido el nombre de Mariana Juri como eventual precandidata a la Gobernación. Sería una carta a jugar por el lado del Ejecutivo, pero como prenda de unidad por tratarse de una dirigente con trayectoria política y como funcionaria que no genera reproches. Están los que opinan que los actualmente lanzados no pondrían mayores objeciones si la iniciativa, efectivamente, tuviera el sello del doble comando radical mendocino.
Claro, entre los que están en carrera se encuentra el intendente Orozco, de Las Heras, que va agotando su segundo mandato consecutivo mientras le da forma a su proyecto provincial para el año próximo. Tiene un padrino político al que en la UCR muchos respetan por trayectoria, como Julio Cobos, que pretendería para su apuesta lasherina al menos un destino legislativo nacional. Cobos y Orozco no corren solos; integran una suerte de alternativa al eje Cornejo-Suárez en la que se ubican algunos retirados, pero aun con fuerte influencia, y hasta otros que están en funciones.
En cuanto al peronismo mendocino, muy poco para rescatar. Existe una aparente efervescencia interna de parte de un grupo de dirigentes e intendentes identificados con una especie de peronismo “histórico”, o, mejor dicho, que no están encolumnados con el camporismo que conduce al PJ en esta provincia. Sin embargo, versiones confiables de quienes viven atentos al día a día del justicialismo local aseguran que sólo se trata de artificios sin otro objetivo que terminar en una mesa de negociación para encarar el año electoral.
El peronismo mendocino actual dependió, y seguirá dependiendo, de lo que a nivel nacional suceda. Pudo mostrar recientemente una amable visita del ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, que firmó con Suárez convenios para financiar obras en conjunto. Es un buen gesto hacia la provincia, pero de menor cuantía ante la magnitud de la crisis social y económica nacional y su inevitable remezón aquí.