El pasado 5 de enero fue el Día de la Bandera Provincial. Fecha , sin dudas, muy importante para evocar. Ese símbolo provincial, representa una manera especial u original de ser y de sentirnos argentinos…porque hace de ese día una ocasión apropiada para la exaltación de las virtudes y de los valores que nos legaron mendocinos (nativos o por adopción) que dejaron huella en esta tierra en su paso por esta vida: San Martín, Emilio Civit, Coni, Thays, Olascoaga, Adolfo Calle, R. Ortega, Iselin, Schestakow, monseñor Verdaguer, Padre Oreglia, Julián Barraquero, hermano marista Teófano, Mathus Hoyos, Irineo Cruz, Arturo Ueltschi, Raimundo Fares, Dante Civelli, Molina Cabrera, Masoero, Quino, Draghi Lucero, Edmundo Correas, Emilio Descote, Alfredo Bufano, F. Vallessi, Pablo Sacchero, Guillermo Padín, E. Díaz Araujo, Salvador Puliafito y tantos otros que simplemente, ni más ni mucho menos, dieron testimonio permanente de magnanimidad al servicio de la posteridad. Debiésemos “repasar” sus biografías para entender por qué Mendoza se halla hoy en uno de sus tiempos más difíciles y poder así también, tomar debida nota de las recetas indispensables para su recuperación. Vaya con esta breve reflexión, mi humilde homenaje en el Día de la Bandera Provincial.
Día de la Bandera provincial
El lector opina sobre los “mendocinos” que dejaron sus huellas en esta tierra y deberíamos recordar.
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