Existen en nuestra provincia médicos que sin tener una actividad totalmente liberal (como atender en su consultorio) que trabajan en diversas instituciones públicas o privadas (obras sociales, Servicios de emergencias, Medicina laboral, sanatorios, etc.) a través de convenios o sin instrumentos legales y cumplen actividades que se reiteran anualmente, con días y horarios preestablecidos.
Estos médicos no gozan de los mismos derechos que han adquirido otros trabajadores: licencia anual, por enfermedad, aguinaldos, asignaciones por hijos, vacaciones y beneficios que reciben otras personas con trabajo estable, amparados por leyes laborales en relación de dependencia.
Trabajan para la sociedad que se beneficia de sus servicios, ignorando los pacientes su precaria situación laboral.
Ya es tiempo de que los poderes gubernamentales y las empresas que tratan enfermedades y accidentes, hagan justicia con los numerosos trabajadores relegados y olvidados por las autoridades, que por necesidad viven en un constante y muy estresante modo de trabajo.