La histórica conformación que tendrá la Legislatura de Mendoza en los próximos dos años significa un gran desafío para las dos coaliciones dominantes. Cambia Mendoza, el sector mayoritario de acuerdo a los resultados de ayer, y el Frente de Todos cargarán con la responsabilidad de legislar en base a los proyectos que envíe el gobierno de Suárez y los que surjan por iniciativa de sus propios miembros. Polarización casi total desde el 1 de mayo de 2022, con la excepción de la demócrata no frentista Mercedes Llano y la prometedora incorporación de Emanuel Fuggazzotto, que coloca al Partido Verde como tercera fuerza.
Será una conformación a la que no está acostumbrada la política mendocina. Especialmente desde 1983, la Legislatura tuvo, como mínimo, tres espacios dominantes: radicalismo, justicialismo y demócratas. Y se fueron sumando y alternando en las bancas otras fuerzas menores con efímera trayectoria, pero con protagonismo al fin mientras estuvieron presentes. El último ejemplo es el de Protectora, ahora unido al justicialismo por el lado de José Luis Ramón, pero con sus principales compañeros de aventura dispersos en otras fuerzas a raíz del alineamiento de aquel con el kirchnerismo. La izquierda también supo ocupar su lugar en los últimos años, pero en esta oportunidad no pudo sobresalir en el lote de las llamadas terceras fuerzas.
Otro detalle a tener en cuenta: la polarización también obedece a la vigencia de las coaliciones que dominan gran parte de la escena política en el país. Son una característica de la época, aquí y en otras regiones. En lo que se refiere al oficialismo, el prolijo armado que derivó en la constitución del frente Cambia Mendoza, en 2015, terminó aglutinando a muchas más fuerzas que Juntos por el Cambio a nivel nacional. Esa estructura es la que tendrá el mayor número de diputados y senadores en lo sucesivo y la que le dará sustento al gobierno de Suárez en la segunda parte de su gestión.
De algún modo, el Gobernador destacó este aspecto anoche, cuando habló en la celebración del resonante triunfo. Se refirió a la “gran responsabilidad que nos han dado los mendocinos” en cuanto a la gestión y puso de relieve el rol de los partidos que acompañaron a su gobierno y al de Cornejo. “Entendieron la importancia de ir juntos”, puntualizó Suárez, que, por otra parte, sostuvo que la que encabeza no debe ser considerada sólo como una coalición para ganar elecciones sino como una coalición de gobierno.
¿Le garantizará mayor eficacia al gobierno de Suárez la nueva mayoría legislativa? No necesariamente. En estos dos primeros años quedaron ocultos tras el grueso telón de la pandemia algunas ineficiencias y falta de convicciones en las huestes propias para movilizar proyectos ambiciosos necesitados de consensos básicos.
