Inspirados en la frase de Gibrán Khalil Gibrán, quien expresó en su obra cumbre “El Profeta”, “Sólo será grande quien sepa escuchar la voz del viento y convertirla en un canto”, se desarrolló en San Juan el VII Congreso Internacional de Escritores y Lectores por el Líbano.
Por primera vez, un evento cultural de la colectividad libanesa, contó con el patrocinio del Ministerio de Cultura de la República Libanesa y el apoyo de la Embajada del Líbano en Buenos Aires y del Ministerio de Cultura de la Nación de Argentina. La experiencia fue posible gracias al apoyo del Club Siro Libanés, UCAL y JUCAL, coordinados por el CAIIL y la Sociedad Libanesa de Rosario.
En la apertura el ministro Mohamad Wissam El Mourtada, expresó: “Este congreso, con su apertura hacia las comunidades libanesas en la emigración constituye, sin duda, un valioso espacio para recrear y fortalecer los lazos con la patria, especialmente para los hijos e hijas de la segunda y tercera generación de emigrantes libaneses. Por lo tanto, apoyamos la creación de oportunidades para aprender sobre el Líbano, la cultura nacional y las culturas de las diversas regiones libanesas, alentando a los escritores, especialmente a los emigrantes libaneses, a visitar su país de origen y sus regiones y documentar sus historias y patrimonio y todo lo que en ella es único”.
Los dirigentes locales, como Alfredo Marún y Mauricio Caif, agradecieron mucho que San Juan haya sido la sede por primera vez de este encuentro literario, cultural e identitario de la colectividad libanesa. Participaron 57 expositores de 11 países como Australia, Colombia, España, Estados Unidos, Ecuador, Francia, México, Marruecos y Líbano entre otros, además de diez provincias argentinas (Buenos Aires, Santa Fe, Corrientes, San Juan, Río Negro, Santiago del Estero, Mendoza, Córdoba, Tucumán y Tierra del Fuego), lo que evidenció la transcendencia de las diásporas libanesas en América Latina y el mundo.
La musicalidad de los idiomas estuvo presente, gracias a las traducciones de Laura Turbay (quien llegó desde Nueva York), Lena Saad y Ghandour Daher, quienes interactuaron simultáneamente entre los idiomas árabe, francés e inglés.
Escritores y escritoras de larga trayectoria, como autores y autoras nóveles, trajeron al VII Congreso innumerables relatos, historias, producciones literarias de múltiples géneros, que emocionaron a los asistentes. La historia familiar, el legado libanés, la cuestión identitaria, el desarraigo, el pasado, presente y futuro del Líbano estuvieron marcados por textos que nos llevaron de la mano por un abanico de experiencias y recorridos reales e imaginarios.
Adela Álvarez Faur, escritora, historiadora y guionista de General Alvear, expresó: “Los mendocinos, tuvieron una amplia participación, lo que me llena de orgullo y me hizo sentir la fuerza de las raíces libanesas en estas tierras de viñas y olivares”.
Eliana Abdala, escritora mendocina, representando a los escritores comentó: “¿Con qué elementos trabajamos? Con las palabras. Tan inasibles, tan incorpóreas son las palabras, y sin embargo, por ellas se cuela el pensamiento, el recuerdo, las sensaciones. Por ellas se llora y se ríe y nos apasionamos por mundos creados, inventados, sugeridos, imposibles”.
María Banura Badui, escritora también mendocina señaló “hemos vivido unos días de evocaciones, recuerdos, homenajes y muchísimo cariño con quienes nos encontramos en el Congreso. Les agradezco por todo, deseo que el entusiasmo que han contagiado en nosotros permanezca y podamos reunirnos nuevamente con nuevos frutos”. Un momento especial se vivió al rendirle homenaje a María Nieves Abdala, quien fuera miembra fundadora del CAIIL y que falleciera días antes del Congreso.
Tal como las columnas del edificio del club Sirio Libanés (anteriormente Juventud Libanesa de San Juan de 1919) sobrevivieron al terremoto del San Juan de 1944, como señaló Marcela Zegaib, estamos convencidos que las raíces bien cimentadas de nuestra identidad y cultura, así como de hombres y mujeres que nos ofrecieron un legado formidable, que deseamos enaltecer, forman parte del andamiaje que sustenta nuestra historia y nos une con el país de los cedros, permitiendo que mujeres y hombres, a través de sus escritos continúen sustentando y nutriendo el vínculo con el Líbano, por lo que les estaremos siempre agradecidos.
El cierre del primer día estuvo a cargo del recital de Miguel Ángel Sirianni con temas inéditos de su autoría.
México fue uno de los países que aportó más expositores, así como Argentina, por lo que de extremo a extremo de América la impronta libanesa en Latinoamérica dijo presente. Algunas obras que fueron expuestas llevaban títulos que invitaban a abrir la puerta a la lectura como “La matriarca que vino del Líbano”, “Cartografías de un cuerpo barca”, “El color de tus ojos”, “Olivos alrededor de mi mesa, libaneses en la antigua Sudáfrica”, “Atrás quedó Beirut”, “En Líbano los mártires nunca mueren”, “Intersecciones- la obra de Némer Ibn El Barud” y “Líbano en Poseías, la historia contada, la historia callada”, entre otros fabulosos temas de los libros presentados.
Poesías, relatos históricos, biográficos, ficción, cuentos, novelas, ensayos e investigaciones recientes como las presentadas por Suzanne Menhem (Líbano) sobre El caso de ancianos abandonados tras la emigración, el caso del Líbano, la de Sergio Bojalil Parra (México) sobre Un aporte sistémico para el conocimiento y la educación o la exhibida por Habib Chamoun (USA) sobre La fortaleza de la familia libanesa como medio de construcción de sociedades. Tanto los expositores como los asistentes y moderadores recibieron sus respectivos certificados del CAIIL.
* El autor es Director del Centro Argentino de Investigación sobre la Inmigración Libanesa.