El gobernador Cornejo aprovechó su discurso de apertura del año legislativo con anuncios con los que claramente busca darle énfasis a su gestión transcurridos poco más de cuatro meses desde su asunción. Este segundo mandato lo encontró en medio de una crisis grave en el país y, por lo tanto, ante la necesidad de sintonizar con un nuevo estilo de conducción política en el plano nacional, surgido del sorprendente resultado electoral de noviembre. Necesita que las medidas de recorte y ajuste lleguen a afectar lo menos posible la estructura del modelo que implementa Cambia Mendoza desde 2015.
Vale destacar que, en primer lugar, y antes de tener que sentarse de cara a senadores y diputados, inició la semana disponiendo que los honorarios correspondientes a la representante de Mendoza en la conducción de la petrolera YPF, la ministra Jimena Latorre, sean depositados en una cuenta provincial para destinarlos a un programa local de fiscalización ambiental en industrias extractivas. Esto significa que la funcionaria seguirá percibiendo solamente su haber como ministra del Ejecutivo provincial.
Decisión correcta, especialmente luego del escándalo que generaron los senadores nacionales con su desmedido aumento de sueldo. En YPF la asamblea de accionistas de la empresa dispuso un aumento de casi 400% con respecto al año anterior. Semejante situación le creaba al Gobernador un dolor de cabeza innecesario, ya que se sumaban argumentos para criticar a su gobierno por parte de los representantes de la oposición que ya venían objetando el doble rol de Latorre.
Volviendo al mensaje del miércoles ante los legisladores, el Gobernador cumplió con lo que ya había trascendido con relación a mejoras en políticas de educación y seguridad, fundamentalmente. En este último aspecto, la necesidad de buenos resultados es rápida; se trata de uno de los problemas que más afecta a la gente, además de la crisis económica. Es un asunto recurrente en casi todas las consultas de los encuestadores, aunque muchas veces predominan las inquietudes de índole económica o laboral. Además, se trata de una de las preocupaciones mayores de Cornejo en sus gestiones. Y también se recuerda su labor como ministro del área en la ya lejana gobernación de Julio Cobos, dejando su puesto en Gobierno para hacerse cargo en medio de una importante crisis de seguridad.
Pero, sin duda, lo que más impactó fue su anuncio con respecto al uso de los fondos que Mendoza recibió (queda muy poco por ingresar) de parte de la Nación como resarcimiento por los efectos de la promoción industrial. Tiró sobre la mesa una carta clave. Que a partir de ahora sea posible utilizar los 1.023 millones de dólares en otras obras de infraestructura sorprendió y dio paso a opiniones a favor y en contra. En este último caso se armó rápidamente una especie de frente del sur provincial liderado especialmente por los intendentes peronistas Jaque y Félix con apoyos provenientes del sector privado.
El intendente Jaque, que se mostraba más que satisfecho con el empuje que está dando el gobierno provincial a la actividad minera en Malargüe siempre en el marco de lo que establece la ley 7.722, cambió su sonrisa inicial por un gesto más serio al notificarse de la novedad sobre el uso de los fondos de la Nación. El ex gobernador pasó de ser un aliado impensado, como bien lo definió Marcelo Zentil en su columna del domingo anterior, a un espontáneo crítico.
Es que el reclamo sureño dará lugar a una serie de interpretaciones. En San Rafael y Malargüe muchos consideran que por una cuestión territorial esa zona debe ser la principal destinataria de lo que en principio se había destinado a Portezuelo del Viento. Es lo que piden los intendentes peronistas Jaque y Félix. Ante esta postura aparecen los que les recuerdan que el resarcimiento es por la promoción industrial a las provincias vecinas que durante años cercaron a Mendoza.
En cambio, el radical Molero, de General Alvear, tomó alguna distancia de los dichos de sus colegas del PJ, aunque aclaró que “los alvearenses nos abrazamos al vuelco del río Grande al Atuel”, un anhelo fuerte de la producción agrícola de ese departamento. Pero de algún modo no compartió el criterio de que la mayor parte de los fondos sean sólo para el Sur. Posición entendible por su identificación partidaria con el gobierno provincial.
Mientras finaliza el envío de los fondos por parte de la Nación la actual administración local debe reunir propuestas de infraestructura para analizar y ver si es posible que las alcancen los recursos que quedarán disponibles. Debates en puerta.
La otra lectura que corresponde hacer sobre el impactante anuncio del Gobernador está referida a la relación actual del gobierno provincial con la Casa Rosada. El acuerdo para la adenda del convenio con el gobierno nacional deja en evidencia un buen momento en la vinculación de las partes. Cornejo necesitaba sacudir la habitual modorra en las bancas durante un discurso de inicio de sesiones, mientras que el gobierno nacional requería garantías desde las provincias amigas de cara a la crucial votación por la Ley de Bases en su nueva versión.
Hubo pasajes en el mensaje del Gobernador que confirmaron que hay un alineamiento que se mantiene con la Nación y también un compromiso para hacer frente a la turbulencia que sigue generando el ajuste. “Manifestamos nuestro apoyo a la nueva Ley Bases. Creemos en el diálogo fluido para asegurar consensos verdaderos”; “Al gobierno nacional hay que darle las herramientas que pide para poder exigirle resultados”, algunos de los conceptos del jefe del Ejecutivo en un tempranero pasaje de su mensaje. El mendocino mantiene un nivel de influencia amplio como para asegurar votos favorables en las bancas al ansiado plan de gobierno de Javier Milei. El Pacto de Mayo será, a no dudarlo, la próxima gran convocatoria.
Cornejo y los funcionarios más consensuales de la actual gestión nacional encontraron una forma segura para poder avanzar en la relación de partes. Si bien existía predisposición, hasta ahora la sintonía Nación-Provincia en el caso de Mendoza no era del todo nítida. No se sabía bien por qué Milei no recibía del todo bien a la administración radical.
Llegará, por lo tanto, la pulseada del Senado, donde ya varios aventuran un éxito sorprendente del oficialismo mileísta en base a los mismos mecanismos de búsqueda de consenso que predominaron en Diputados con la nueva versión de la ex ley ómnibus.
Queda claro que en el gobierno nacional parece que comprendieron que la prédica y la negociación política no es una práctica insana, sino la esencia de la vida democrática. Hay quienes sostienen que, a pesar de la clara minoría que La Libertad Avanza tiene en el Congreso, también entendieron en el oficialismo que el protagonismo lo debían ejercer quienes tienen un poco más de rodaje, entre los cuales se puede incluir a los diputados que llevan el sello libertario y proceden de nuestra provincia.
Y en la medida en que el ejercicio de la política suplante la mala actitud y predisposición que se observaron en los tiempos de arranque del actual gobierno más se beneficiará la impronta del gobernador Cornejo, sinónimo de política más allá de críticas o cuestionamientos que pueda sumar, justamente, por su estilo personalísimo de conducción.
Decíamos que la próxima escala en el derrotero reformista que imagina el presidente Milei es el cada vez más cercano acuerdo del 25 de mayo en Córdoba. No hace muchos días se hablaba de que el Presidente sólo convocaría a dicho pacto a los gobernadores alineados con sus políticas. Sin embargo, algunos gestos espontáneos de exponentes del PJ, como el tucumano Jaldo y el catamarqueño Jalil, permiten pensar en más invitados al convite patrio. Y también se observa como por estos días el valioso dialoguista Guillermo Francos busca acercar posiciones con algunos de los más díscolos de la comarca, entre los cuales aparece nada menos que el santiagueño Zamora. Podrían quedar excluidos los más refractarios, como el formoseño Insfrán, o el fueguino Melella, entre otros pocos, y hasta Kicillof, que sigue aspirando a constituirse en la voz opositora por excelencia. Pero el balance puede resultar muy favorable al gobierno nacional.
La posibilidad de un armado que irradie la imagen del presidente de la Nación con la mayor parte de los 24 jefes territoriales del país constituirá un desafío muy grande para las apetencias políticas y electorales de esos gobernadores. Habrá en todo caso tranquilidad por un tiempo en cuanto a la relación, pero curiosidad e inquietud sobre cómo pensará armar el andamiaje libertario su oferta electoral en las provincias el año próximo.
Obviamente, todo estará supeditado a los logros del gobierno nacional en materia económica, fundamentalmente. Es lo que más preocupa al grueso de la sociedad en tiempos de bolsillos vacíos y ahorros cada vez más utilizados para cubrir gastos corrientes y pago de servicios.