Coincido y celebro el sueño del Intendente Zalazar sobre la generación de centros de desarrollo del conocimiento como base para el crecimiento y transformación del desarrollo humano para Mendoza. Invap es todo un ejemplo de generación de valor agregado genuino y competitivo para el mundo industrial y tecnológico del Siglo XXI, donde la ventaja competitiva se basa en la innovación científica y técnica que brinda soluciones a las industrias de base. Invap se creó para dar respuestas al desarrollo industrial nuclear argentino, quizás el sector industrial con mayor base en el desarrollo científico y técnico a nivel mundial; y clave para la transformación hacia energías de bajas emisiones de carbono en este siglo.
Romer postula que “el crecimiento económico es el resultado de factores endógenos de un sistema económico, y no de factores exógenos. Y por ello es importante trabajar en esos factores internos como puede ser invertir en I+D (investigación y desarrollo) para mejorar la capacidad de desarrollo tecnológico a través de la capacitación de recursos humanos”. En mi opinión, en el caso de Mendoza, es en la economía local donde debemos enfocarnos para generar las condiciones que permitan y estimulen la financiación genuina y sostenible de centros de desarrollo científico y técnicos.
El desarrollo industrial, principal motor de desarrollo humano mundial, esta mayormente limitado en Mendoza a la agroindustria. Esto pese a la ventaja comparativa natural que esta provincia tiene frente a otras (como Buenos Aires hoy centro industrial argentino) para el desarrollo industrial petróleo y minero, no solo como productores de materias primas, sino también para desarrollar bienes y servicios competitivos con capacidad de desarrollar e innovar gracias a la alta capacidad científica y técnica mendocina.
Tanto la exploración y producción de hidrocarburos no convencionales (como el gas de Vaca Muerta) como de minerales metalíferos (como el cobre) requieren de servicios de alto desarrollo tecnológico y su desarrollo podría generar empresas cuyas capacidades trasciendan sus industrias de base y los limites provinciales o nacionales con exportaciones. Gracias a su alto nivel de competitividad, los servicios en la industria nuclear de Invap son hoy exportados a todo el mundo, y sus conocimientos le permitió migrar a otras industrias con la fabricación de satélites, radares y equipos de medicina nuclear.
Mendoza tiene un alto potencial tanto para aportar el gas no-convencional y el cobre necesario para para la transformación hacia un mundo de bajas emisiones de carbono, como para aportar el conocimiento científico y técnico para hacerlo en forma social y ambientalmente responsable. Y que en su conjunto den nuevas perspectivas para el desarrollo humano en Mendoza.
* El autor es geólogo.