Todos los años, la Fiesta Nacional de la Vendimia despierta los debates dormidos. El tema de las reinas, el presupuesto, los artistas, las noches de repetición. Pero nadie intenta profundizar en el verdadero problema que tenemos con nuestra Fiesta máxima.
Es el festejo simbólico más importante de la Provincia y pretendemos seguir gestionándolo desde la improvisación y de conceptos de gestión cultural del siglo XIX. Con desgano, porque ya hay mucho camino recorrido, los encargados de la Fiesta, se enfocan en el trabajo de la próxima edición. Se conversa el tema concursos, se analizan favoritos y sin faltar la reunión de consulta con el gobernador de turno, arranca el proceso.
Sin metas claras, sin objetivos a cumplir, sin plan de marketing, sin plan financiero, sin plan de personal, todo muy burocrático y aburrido. Como el cumplimiento anual de una condena que hay que superar lo más pronto posible. De acuerdo a estas premisas, el resultado es siempre parecido.
Si bien no todo es así, se aproxima bastante a la realidad. A excepción del fervor puesto por los creadores y artistas, que salvan lo marmóreo de la administración.
La Fiesta Nacional de la Vendimia y los otros servicios anexos que implica, están dentro de lo que se denomina Servicios de Responsabilidad u Obligatorios en Gestión Cultural Pública. Hay que hacerlos y punto. Pero una cosa es cumplir con la rutina y otra entender su significado. Los servicios obligatorios definen a una Provincia. Y por ello deben ser impecables. Son patrimonio público.
Dado que ese patrimonio debe ser bien gestionado, no debemos seguir haciendo más de lo mismo. Las comunidades inteligentes son las que evalúan sus procesos sociales, aprenden y ajustan sus objetivos, métodos y metas. Y por eso es que proponemos la creación del Ente Autárquico.
¿Por qué un Ente Autárquico?
En primer lugar, porque se trata de gestionar un patrimonio público. Es la Fiesta máxima de los mendocinos, donde saldamos con algarabía y reflexión, el año de trabajo, de avances y retrocesos. Es la introspección sobre nosotros mismos, con nuestras virtudes y defectos. Cada uno de los mendocinos participamos de algún modo: bailando, cantando, dibujando, escribiendo, en las rondas de negocios, acompañando el Carrusel o la Vía Blanca, en el Teatro Griego, en las marchas de protesta, en la inclusiva, o con indiferencia, burla o crítica.
El ente debe ser el organismo especializado y con continuidad para la gestión y administración de la Fiesta Nacional de la Vendimia. Creado por Ley con personería jurídica propia, autonomía funcional y autarquía financiera, con la organización y competencias determinadas por ley. Con un Directorio integrado por cinco (5) miembros: el director general, el director ejecutivo y tres directores vocales que durarán 5 años en sus funciones y podrán ser reelectos. Serán designados por el Poder Ejecutivo con acuerdo del Senado. Además, deberá contar con un “Consejo Asesor Honorario” que será presidido por el gobernador de la Provincia y estará integrado por representantes de los Municipios de Mendoza, del sector artístico, turístico, cámaras empresariales y organizaciones sociales y religiosas que participan en la realización de las actividades vendímiales. Los miembros del Consejo Asesor Honorario ejercerán sus funciones ad-honorem. (Expte. Nro.: 000006690 - Proyecto de Ley que tiene por objeto crear el “Ente Autárquico Fiesta Nacional de la Vendimia”. Presentado el 2 de octubre de 2015 por el senador Gustavo Arenas).
El ente autárquico permite administrar con menos trabas burocráticas, utilizar ágilmente el recurso acordado en la Ley de Presupuesto Provincial, operar con más inteligencia en las licitaciones, desarrollar el plan de marketing cumpliendo sus tiempos, convocar a los concursos de Guión y Dirección sin ataduras políticas y tener todo coordinado con dos años de anticipación. Así se gestionan los grandes eventos y festivales en todo el mundo.
Disponer de un ente, permite que el área de Cultura provincial, pueda seguir dedicándose a lo que le compete: el Desarrollo Cultural de la Provincia, motorizando la producción y difusión cultural. Disponer de un ente permite también ir capacitando al recurso humano afectado, conociendo y queriendo cada vez más la fiesta. Una conducción de excelencia del Ente, propuesta por el Ejecutivo y aprobada por el Senado, desalienta a los improvisados y premia el conocimiento y acumula saberes que van siendo atesorados.
Disponer de un ente garantiza aprovechar mejor la infraestructura relacionada. El ente deberá gestionar el Teatro Griego, transformándolo en un atractivo turístico, con visitas guiadas y exhibiciones en video de las fiestas y de Mendoza en general. Y construir en la zona del Teatro, el Museo de la Fiesta Nacional de la Vendimia, creado por ley, completando así un nuevo espacio cultural y turístico.
Disponer de este organismo facilita la relación con los patrocinantes, aliados o acompañantes de la Fiesta, sumando apoyos al financiamiento estatal y sin necesidad de devolución de “favores”. La obtención de recursos extras, la comercialización, difusión y posicionamiento de la Fiesta se verán favorecidas por la acción de un equipo especializado en Cultura, administración, gestión, marketing y desarrollo económico.
El Ente nos puede traer muchos beneficios. La política y la cultura deben estar a la altura de los tiempos para una Mendoza orgullosa de sus instituciones y de su identidad.
* El autor fue subsecretario de Cultura de la Provincia y gestor cultural.