Feria del Aire y el Espacio en Chile (Fidae 22)

Pese a la crisis y la guerra, el evento internacional no defraudó.

Feria del Aire y el Espacio en Chile (Fidae 22)
Feria del Aire y el Espacio en Chile (Fidae 22). / Foto: Gentileza

Desde 1984 a esta parte he visitado varias ediciones de la Feria Internacional del Aire y el Espacio, Fidae, la exposición en su tipo más grande de América Latina, que cada dos años se realiza en Santiago de Chile. Mi primer contacto fue a los 13 años, cuando asistí como integrante de la Biblioteca Aeronáutica Mendoza.

De modo que, sin pretender ser auto-referencial, tengo varias Fidae en la cuenta. No es poco considerando que los primeros 10 años del evento se desarrollaron en pleno contexto de “guerra fría”, con Argentina recién salida de una guerra perdida y con la pulsión anticomunista aún vigente.

La Feria, en ese contexto, fue la forma que encontró Chile para mostrarse al mundo en el área de la defensa pese al embargo militar dispuesto por EE.UU. contra su dictadura.

La implosión de la Unión Soviética representó un evento inesperado para el mundo y también para Fidae. Los enemigos de otrora eran los vendedores del momento y la exposición de Santiago se vio saturada en 1994 por la presencia de fábricas rusas que ahora ofrecían todo el vasto arsenal tecnológico. Para no quedarse atrás, los EE.UU. desbordaron el evento, edición tras edición, con la abrumadora oferta de productos propia de su posición de superpotencia hegemónica. Fueron los años de los Mig-29 y Sukhoi-30 rusos alternándose con F-15 y F-16 norteamericanos.

Todo cambió con las Torres Gemelas de 2001. La Feria ya no exhibió tanto armamento tradicional destinado a Fuerzas Armadas, como equipamiento de inteligencia y seguridad destinado a prevenir al terrorismo. El mundo había cambiado y la industria militar se adaptó rápido. Por ese tiempo se vieron en la Fidae los misiles de crucero que cegaron las defensas iraquíes durante la Guerra de Irak, como también los aviones furtivos F-117 que bombardearon Bagdad.

De la misma forma que Fidae fue un espejo de aquella época, también hoy es un espejo de los tiempos que corren. La exhibición que acaba de terminar en Santiago mostró la última tecnología en ciberdefensa, misiles de quinta generación, bombas inteligentes super precisas, satélites de inteligencia y drones de todo tipo cada vez más sofisticados. La muestra fue menos participativa que otros años, consecuencia directa de la pandemia de Coronavirus, pero no defraudó y siguió marcando tendencia. El segundo gran expositor después de EE.UU. fue Turquía, cuya tecnología militar es pavorosamente sorprendente, lo que muestra a las claras que Eurasia será el eje de los conflictos geopolíticos que se vienen. No es un dato menor que sean de fabricación turca los drones que están destruyendo ahora mismo a los tanques rusos en Ucrania. No es un dato menor, tampoco, que Chile haya retirado la invitación para que Rusia participara de Fidae después de la invasión a Ucrania.

Aunque es una muestra eminentemente militar, Fidae todavía deja margen para la exhibición de productos y servicios civiles. Cuesta llegar a la Feria, no es fácil ni económico, pero quien no está allí no existe.

Así lo experimentó la empresa mendocina Aerotec. Su primera participación en Fidae, en 2016, precipitó la venta a la Fuerza Aérea Argentina de los 8 aviones de entrenamiento Tecnam P2002JF que hoy dotan a la Escuela de Aviación Militar de Córdoba. Su segunda participación, este año, concretó la venta de dos aviones más para una escuela de vuelo chilena. Es trabajo y producción para los mendocinos, pues esas máquinas saldrán de la terminal de Rivadavia.

Aerotec dispuso en Chile de un imponente stand exterior con cuatro aviones, una fuerza de promoción muy activa y un despliegue profesional. No fue la única empresa argentina presente en la muestra, pero causó mayor sensación. Otras empresas argentinas también marcaron presencia. Invap desplegó un radar de defensa, su estación de control y el nuevo dron RUAS-160 desarrollado con las firmas Cicaré Helicópteros y Marinelli. La Fábrica de Aviones Fadea expuso la última versión del avión de entrenamiento y ataque IA-63 Pampa. Cielo SA exhibió dos aviones Cirrus de su representación. En el pabellón B, el stand de nuestro país reunió a las empresas División Turbos, Fixview, Seabury Solutions, Redimec, DTA y MACK Aerospace Consulting. Por su parte, la Fuerza Aérea Argentina exhibió un carguero Hércules y dos drones de diseño nacional.

La sala de conferencias de Fidae también tuvo oradores argentinos. El ministro de Defensa Jorge Taiana anunció la fabricación del avión de entrenamiento IA-100 Malvinas por parte de Fadea. El director de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, Raúl Kulichevsky, presentó el Plan Nacional Espacial argentino y Pablo Reynoso habló sobre la nueva metodología de investigación de accidentes de aviación. La estrella resultó ser el mendocino Diego Góngora, presidente de Helicopters.ar SA, quien expuso sobre las operaciones que desarrolla su empresa en la cordillera.

El embajador argentino en Chile, Rafael Bielsa, puso a disposición de las empresas nacionales las instalaciones y recursos humanos de nuestra legación diplomática, para favorecer la presencia y expansión de los negocios argentinos en el país trasandino. Es un gran avance desde lo conceptual, pues una embajada no sólo debe ejercer la representación oficial de un país, sino promocionar y acompañar a sus desarrolladores en el territorio extranjero.

La empresa mendocina Aerotec ya se encuentra operando en Chile a través de su filial Air Andes Chile SpA, sería deseable que muchas otras empresas argentinas expandieran sus horizontes más allá de la cordillera, pues la crisis económica de nuestro país parece que llegó para quedarse.

Pese al contexto internacional, que es adverso, Fidae no defraudó. La presencia argentina fue mayor y mejor que en años anteriores, pese a lo cual hay que ser humildes. Como país, debemos seguir aprendiendo de la industria aeronáutica brasilera (que es una política de Estado) y de la política exterior chilena (que también lo es). Basta indicar que fue el presidente de Chile, Gabriel Boric, un comunista declarado, quien inauguró una muestra internacional eminentemente militar. Chile puede haber girado políticamente a la izquierda, pero su política exterior no cambiará.

*El autor es Abogado especializado en Derecho Aeronaútico.

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