El gobierno de Estados Unidos reiteró su preocupación sobre la corrupción en nuestro país. Se trata de un informe anual del Departamento de Estado, que ya había expresado su inquietud sobre el tema con advertencias planteadas hace un año, cuando gobernaba Donald Trump, y en el año 2019, cuando en la Argentina estaba Macri al frente del Poder Ejecutivo.
El documento entre otras consideraciones señala que “múltiples informes alegaron que los funcionarios ejecutivos, legislativos y judiciales participaron en prácticas corruptas con impunidad”. Y puntualiza: “Las instituciones débiles y un sistema judicial a menudo ineficaz y politizado socavaron los intentos sistemáticos de frenar la corrupción”.
El informe dado a conocer por el secretario de Estado, Antony Blinken, hace mención a las investigaciones judiciales que tienen, relación con la corrupción involucrando a figuras políticas de la talla de Cristina Kirchner y Mauricio Macri. En efecto, el trabajo pondera el envío a juicio, en setiembre de 2019, del caso conocido como “Los cuadernos de las coimas”, además de mencionar los serios cargos por pago de sobornos en los contratos de obras públicas durante la etapa kirchnerista, causas que también se tramitan en la Justicia Federal. Además, es advertida por EEUU la denuncia por espionaje ilegal que efectuó el actual gobierno contra el ex presidente Macri y ex colaboradores suyos en el área de Inteligencia del Estado (AFI). Y toma nota de inquietudes planteadas por las entidades profesionales de la comunicación.
Este pronunciamiento periódico de los sucesivos gobiernos de Estados Unidos no debe generar molestias en autoridades públicas, dirigentes políticos o ciudadanía en general. No se trata de ninguna intromisión de otro país en el desenvolvimiento institucional de Argentina. Por el contrario, se expresa un especial celo por parte de una de las grandes potencias económicas del mundo en resguardo de sus inversores privados en el exterior, como también del respaldo que como Estado puede volcar en países con indudable potencial económico, como la Argentina.
Adviértase, además, la coherencia de un país que convierte en una cuestión de Estado el estudio de la situación política y judicial en otras naciones. El difundido es el primer informe del gobierno de Biden, pero toma el trabajo que ya se venía haciendo de gestiones anteriores de otro signo político. Se colocan los intereses de un país y sus ciudadanos por encima de los cambios que esa misma ciudadanía puede realizar con el voto. Algo sobre lo que la clase dirigente argentina debería tomar nota, ya que las orientaciones cambiantes, contradictorias, en política internacional, en justicia o seguridad, por citar ejemplos candentes en estos momentos, han contribuido a potenciar nuestro descrédito internacional.
Lamentablemente, por claras intenciones políticas la controvertida reforma en la justicia federal que el actual gobierno pretende imponer poco suma a las exigencias de cambio que sugiere el informe de EEUU.