Es la hora. Quienes formamos parte de la dirigencia política debemos dejar de lado diferencias partidarias –o aquello que en los últimos años hemos denominado la grieta- y avanzar en un gran acuerdo para comprar vacunas contra el Covid-19 para todas las personas que habitan Mendoza. En ese sentido, hemos presentado un proyecto de ley para posibilitar el uso de una cuota de los fondos que envía la Nación para realizar la obra Portezuelo del Viento en la adquisición de vacunas, un paso fundamental en el combate de la pandemia.
Países como Reino Unido e Israel están volviendo a la “normalidad” gracias a contar con gran porcentaje de su población vacunada, la única solución posible para terminar con esta enfermedad que a nuestra provincia le ha costado más de 2.330 fallecidos desde sus comienzos. Para complementar la vacunación que proviene de la Nación, es fundamental que Mendoza compre sus propias vacunas. ¿De dónde sacar la plata? Nuestra iniciativa apunta a usar una cuota de las convenidas en el Acuerdo Portezuelo, que tendría un impacto mínimo en el proyecto de infraestructura hidráulica proyectado en Malargüe, y sería de un impacto considerable en el combate desigual que se viene sosteniendo contra este virus. Presentamos un proyecto de ley porque el Ejecutivo requiere autorización legislativa para redireccionar el dinero.
Hay tres provincias argentinas que ya gestionan sus propias vacunas: Buenos Aires, Jujuy y Catamarca. Sus respectivos gobernadores (de signos políticos diferentes) recibieron el aval de sus legislaturas para poder avanzar. Nuestra provincia debe hacer lo mismo, necesitamos de decisiones urgentes; la ciudadanía pide que quienes tenemos un cargo público abandonemos nuestras desavenencias y mostremos diálogo y consenso porque preservar la salud y la vida deben ser nuestras banderas comunes.
El proyecto ya fue presentado.
Esperemos que el debate democrático sepa albergar este asunto entre sus prioridades.
