Un reciente informe del Observatorio de Vitivinícola Argentino (OVA), difundido esta semana, muestra cómo se comportó el consumidor de vinos durante 2020.
Si bien a grandes rasgos sostiene que cuanto más estricto fue el aislamiento mejores los números de consumo en el mercado doméstico, algo que hoy con la vuelta “a la nueva normalidad” ha cambiado, hay que reconocer que ofrece datos sobre el off trade, sólo reservados a los industriales y/o bodegas que pueden adquirir el servicio.
Si tomamos como referencia qué sector de autoservicios y supermercados mide la consultora Scentia, y que podríamos decir que abarca cerca del 40% del total de la comercialización en Argentina, el reporte del OVA muestra que el 92% de los consumidores, que adquiere vinos a través de ese canal, sólo compró en 2020 vinos hasta $500 la botella.
“Los dos segmentos que mayor volumen concentraron fueron los de menos de 100 pesos (42%) ... y el que le sigue, de 100 a 200 pesos (25,6%)”, señala el reporte.
Agrega: “El segmento de precios donde se concentra el consumo es calculado también para los meses de enero a junio de 2021 versus el mismo lapso del año anterior. Es posible divisar que en la comparativa anual pareciera que el consumo se ha trasladado a vinos de segmentos de precios superiores, pero ¿esto es realmente así? Si el año anterior al consumidor “X” le gustaba tomar el vino etiqueta “Y” que salía unos $450 en el supermercado, este consumo se computaba en el segmento de $400-$500. Pero hoy, el precio real, por inflación, es de $580 y, por lo tanto, se computa en el segmento de $500-$600″.
Se habla mucho de la alta gama, esos vinos por los que Argentina genera marca en el exterior y es destacada por los críticos pero, a la luz del informe del OVA, son vinos para pocos. El gran segmento de consumidores argentinos sólo compra hasta $580.
Este dato, que las bodegas conocen, hace pensar que el gran negocio y en donde la competencia es más dura está allí.
Quizás sea hora de empezar a comunicar más las propiedades de estos vinos de buena relación precio - calidad, que son a los que la mayoría de los argentinos acceden. Es allí donde, al parecer, se juega el gran partido para muchos de los consumidores.
