Cuando avanza el mes de diciembre de 2024, los ciudadanos argentinos observamos sin comprender en profundidad, situaciones que se producen comentadas por todos los medios de comunicación social en nuestro país y en el mundo respecto del gobierno del presidente Javier Milei y sus formas y/o maneras de conducir esta nueva etapa de la historia de nuestro país.
A fin de comprender el porqué de determinadas acciones, adjetivaciones y violencia verbal del Señor presidente, a propios y ajenos, como ser jefes de estado de otros países, y cómo creemos que debe conducirse como jefe de Estado a tenor de lo dispuesto en nuestra Constitución Nacional, seguimos al periodista, escritor y hombre de la política Juan Bautista Alberdi. Éste en sus “Cartas Quillotanas” escritas desde Quillota, Chile, en 1852 entabló (como sucede en nuestros días) un debate conceptual con Domingo F. Sarmiento, sobre la constitución del Estado nacional.
Desde su estancia de Quillota, Chile al reconocer la existencia del Estado argentino como sujeto originario del Orden Jurídico, debatía sus diferencias con Sarmiento sobre los principios esenciales para consolidar una nación y que sirvió como inspiración de la Constitución de 1.853, con la redacción de su libro “Bases y Puntos de partida para la organización política de la República Argentina”. En las mencionadas cartas, Alberdi contestaba afirmaciones de Sarmiento en defensa de principios que consideraba como bases de un futuro ordenamiento jurídico constitucional; así expresaba:
“Usted, Sarmiento que tanto defiende la libertad de examinar, de impugnar, de discutir; usted que mide a otros con la vara de la crítica, ejerciendo un derecho innegable, no podrá encontrar extraño que ese mismo derecho se ejercite para con usted considerándole como representante de una tendencia y de una faz de la prensa argentina.”
Este debate sobre la libertad y el respeto a la vara de la crítica, que se daba en 1852 entre dos hombres que tuvieron gran importancia en la historia de la República Argentina, lo observamos también hoy y vemos sorprendidos como la máxima autoridad de nuestro país no acepta la existencia de la libertad en la elaboración de un pensamiento crítico que no debe ser único para todos, con vastos ejemplos que pasan por actitudes y declaraciones en contra de Legisladores nacionales que tienen posiciones distintas al gobierno nacional, cuando también trata de “ensobrados” a todo el periodismo argentino que ejerce la sana crítica respecto de los gobiernos y que informan de los hechos que ocurren en nuestro país. Provoca una crisis institucional con la Señora Vice-presidenta electa juntamente con él, manifestando sólo a un medio que la misma ya no participa de las decisiones y tampoco de las reuniones de Gabinete, excluyéndola de la página web de las autoridades de gobierno. Y también situaciones diplomáticas difíciles, respecto de declaraciones que ha tenido como destinatarios a presidentes electos democráticamente( ej. Brasil, Chile, Colombia, España y otros).
El Presidente debe entender que no se gobierna ni se toman buenas y prudentes decisiones con la motosierra o discursos violentos y sin respetar las formas y en esa inteligencia, debe aprehender lo que un liberal como Alberdi le decía a otro liberal como Sarmiento, en las Cartas Quillotanas:
“En la paz, en la era de organización en que entra el país, se trata ya no de personas, sino de instituciones: se trata de Constitución, de leyes orgánicas, de reglamentos de administración política y económica; de código civil, de código de comercio, de código penal, de derecho marítimo, de derecho administrativo. Toda exclusión es división y anarquía. ¿Diréis que con los malos es imposible tener libertad perfecta? Pues sabed que no hay otro remedio que tenerla imperfecta y en la medida que es posible al país, tal cual es y no tal cual no es. . Pero hoy que han cambiado las condiciones de la polémica; hoy que la lucha tiene lugar entre caballeros y amigos de la libertad por uno y otro partido, no es posible tolerar que usted siga empleando contra hombres iguales a usted en amor y en servicios a la civilización el tono y el lenguaje que en diez años se acostumbró a dirigir contra los asesinos de nuestros hermanos y de nuestras libertades.”
A esta altura de la exposición, el lector podrá advertir que cuando las manifestaciones de nuestras autoridades legítimamente constituidas son violentas, esa violencia derrama hacia la sociedad y por ello nos encontramos con hechos como los sucedidos en una cancha de golf o en un café de Palermo, o nos encontramos con un Senador de la República detenido en Paraguay in fraganti delito o con agrupaciones de las fuerzas del cielo como custodia pretoriana del Presidente. Situaciones en las que el sentido común de la sociedad, no les encuentra explicación.
En el contexto de las Cartas Quillotanas en 1852, va de suyo entender porqué Alberdi escribió “Las Bases” que dieron origen a nuestra Constitución Nacional de 1853, con la posterior reforma de 1994.
Cabe entonces preguntarnos porqué el presidente Milei, lector de Aberdi y que lo tomó incluso para la elaboración de la ley Bases y el DNU 70/2023, hace y dice lo que voluntariamente quiere sin tener presente en ello los principios mencionados precedentemente.
La respuesta, la encontramos al conocer que Milei adhiere filosóficamente-políticamente y económicamente al anarcocapitalismo libertario, que nace en las entrañas de la Escuela de Austria con su exponente máximo Murray Rothbard, quien propone:
1.-La eliminación del Estado a favor de una soberanía individual en un capitalismo de libre mercado.
2.- Una sociedad anarcocapitalista, compuesta por competidores privados, que realizarán las funciones se salud, educación, seguridad y justicia, rigiéndose por una sola ley privada y no por la política. Las actividades personales y económicas deben regirse por una sola ley privada y no por la política.
3.- Todo ello, debe garantizar la libertad del individuo, la propiedad privada y la asignación de los recursos, mediante la Economía de Mercado.
En cuanto al primer punto del anarco-capitalismo libertario expresado por Rothbard, el Presidente en una entrevista dada a CNN en Casa Rosada expresaba: “Entre la mafia y el Estado prefiero a la mafia. La mafia tiene códigos, la mafia cumple, la mafia no miente, la mafia compite.” (Fuente. CNN). “Yo soy un topo dentro del Estado y vengo a destruirlo”.” (Fte. CNN). Ello en contra del pensamiento alberdiano que considera al Estado como sujeto originario del orden jurídico argentino.
Respecto del segundo y tercer punto, el Presidente lo consiguió con la Ley bases y el DNU70/23, desregulando totalmente la economía, con una reforma absoluta del Estado, privatizaciones de empresas del estado, disponiendo la más amplia desregulación del comercio, los servicios y la Industria en todo el territorio nacional, quedando sin efecto toda restricción a la oferta de bienes y servicios, así como toda exigencia normativa que distorsione los precios de mercado. Con las facultades delegadas por el Congreso Nacional y que hacen a la realidad que viven hoy los jubilados, las Universidades, las pymes que no aguantan la presión impositiva y desregulación de los servicios y que cierran sus puertas con personas que quedan sin empleo y librándose una batalla cultural en la cual no debe existir el Estado, se cuestiona la sociabilidad natural de las personas y sólo vale lo estrictamente individual con un concepto de responsabilidad distinto y según el cual vale todo sin la responsabilidad que implica el ejercicio de una libertad en el marco de un orden social y político que hoy aparece roto.
Conclusión
En este caso seguiremos la metodología de las Cartas Quillotanas y así podemos comprender la necesidad de la existencia de un Estado eficaz y eficiente como sujeto originario del orden constitucional con sus elementos constitutivos: territorio, población y orden jurídico y político.
La Constitución Nacional, es el marco en donde encontramos nuestras obligaciones, nuestros derechos y garantías, es nuestra Carta Magna que debe ser respetada por el Gobierno que encabeza el presidente Milei.
En este contexto, Juan Bautista Alberdi expresaba con claridad lo que tiene que hacer el Gobierno del presidente Milei:
“El gobierno no ha sido creado para hacer ganancias, sino para hacer justicia; no ha sido creado para hacerse rico, sino para ser el guardián y centinela de los derechos del hombre, el primero de los cuales es el derecho al trabajo, o bien sea la libertad de industria.”
* El autor es Presidente del Instituto Argentino de Relaciones Internacionales (Iari).