Hoy, todos los medios de comunicaciones nacionales e internacionales y las redes sociales, dan cuenta de la crisis diplomática que vivimos con el Reino de España, a consecuencia de los dichos del Presidente Javier Milei en la cumbre internacional de partidos de ultra derecha, organizada por el partido español Vox.
En dicho encuentro, el Presidente Milei afirmó: “No saben qué tipo de sociedad y país puede producir el Socialismo y que calaña de gente atornillada en el poder y que niveles de abuso puede llegar a generar. Aún cuando tenga la mujer corrupta, se ensucia y se toma cinco días para pensarlo” (Fuente: Diario La Nación, 20/05/2024).
Ello, ha tenido como consecuencia, la reacción del Gobierno español el cual solicitó que su Embajadora acreditada en Buenos Aires, fuera llamada a consulta oficial como paso previo a una eventual ruptura de relaciones diplomáticas y también con la Unión Europea, que a través de Joseph Borrel, alto representante de la Unión Europea, manifestó: “un ataque de este calibre a un país miembro, es un ataque a la Unión Europea”.
Política Exterior
Ante esta inusitada situación, en necesario reflexionar y trasmitir a nuestros conciudadanos qué es la Política Exterior de los Estados, cuáles son sus elementos, cómo se ejerce y qué ocurre o puede ocurrir cuando no se respeta la normativa del derecho Internacional Público y se ofende a otro Estado.
“La Política Exterior, es la forma en que un país utiliza diferentes estrategias para guiar sus relaciones con otros países y Organizaciones Internacionales. Esto significa que la Política Exterior está compuesta por diferentes problemas globales, relaciones con otros países e incluso políticas nacionales” (Fuente: American Diplomacy).
Esto significa, que la política Exterior del gobierno argentino, puede cambiar respecto de otras administraciones presidenciales, pero los principios rectores de la misma permanecen constantes conforme lo dispone nuestra Constitución Nacional: defensa de nuestra soberanía, defensa del Estado de derecho, respeto a la democracia en el mundo, respeto al derecho Internacional Público, a los derechos humanos, la prosperidad, y el desarrollo de las relaciones diplomáticas con los países que forman parte de la comunidad internacional y que son miembros plenos de la Asamblea General de Naciones Unidas, como también lo es Argentina.
Nuestra Constitución Nacional y el Derecho Internacional Público
Nuestra ley suprema, establece en su art. 99 inc. 1°: “El Presidente de la Nación es el Jefe Supremo de la Nación, jefe de gobierno y responsable político de la Administración general del país.”
Dicho esto, el Presidente Milei debe saber que en su persona, se reúnen dos calidades muy importantes en el derecho Internacional Público: la de Jefe de Estado y Jefe de Gobierno, que en otros Estados suele separarse como en España, pues el Rey es el Jefe de Estado y el Presidente Pedro Sánchez es el Jefe de Gobierno.
En esta inteligencia, conforme a los principios y fuentes del derecho Internacional Público, cuando nuestro Presidente habla y emite juicios temerarios en contra del Jefe de Gobierno de otro Estado (como es el caso), se producen dos consecuencias:
1.-Sus dichos y su palabra obligan al Estado Argentino y lo hacen responsable de los mismos, por ende también a la población argentina por ser uno de los elementos constitutivos del Estado y
2.-Conforme a la Convención de Viena de Agentes Diplomáticos, principios generales del derecho Internacional y ius cogens internacional, si esos juicios temerarios son ofensivos hacia el jefe de gobierno de España, se convierte en una ofensa hacia el Estado español y puede traer como consecuencia la ruptura de las relaciones diplomáticas.
Reflexión final
Argentina es sucesora de España no solo en nuestro territorio, sino también en historia, tradiciones y también como segundo socio comercial. Por lo tanto es necesario que nuestro Presidente tenga en cuenta que ser libertario no le da derecho a ninguna ofensa internacional, sino más bien a tener presente que: “En política exterior no existen Estados ideológicamente amigos o enemigos, solo existen intereses permanentes”.
Por ello, debe preocuparse por el bien común de los argentinos y ello lo logrará con inversiones que consiga en sus viajes y aprovechando su imagen, no vertiendo conceptos que pueden ser ofensivos hacia jefes de gobierno que han llegado a la conducción del Estado español, como llegó él en Argentina: democráticamente por la elección popular.
Juan Bautista Alberdi nos decía:”La democracia es la libertad constituida en gobierno, pues el verdadero gobierno no es ni más ni menos que la libertad organizada”.
* El autor es Presidente del Instituto Argentino de Relaciones Internacionales ((IARI).