En tiempo de Mundial de Fútbol es oportuno recordar una historia que parte de esta pregunta: ¿Ustedes saben por qué la Escuela del poblado de Villa Atuel, en el departamento de San Rafael, se llama “Argentinos – Uruguayos”? Aquí va la explicación:
El terremoto
El 30 de mayo de 1929 se produjo un fuerte terremoto en el sur mendocino. Villa Atuel y Las Malvinas fueron las zonas más castigadas con 40 muertos y numerosos heridos. Al primer movimiento que se produjo casi a las 6 de la mañana, le siguió una serie de fuertes réplicas por dos horas. Por la reiteración de la onda sísmica hubo una pérdida casi total de los edificios, siendo éste el sismo más destructivo que haya padecido la región.
Luego del siniestro, se formó una comisión de auxilios y el entonces Interventor federal en Mendoza Sr. Borzani viajó a la zona con provisiones y auxilios para los damnificados. La crónica periodística evidencia el estado de necesidad en que quedó la población después del temblor.
Las construcciones que quedaron en pie fueron, al parecer, irrecuperables. En Villa Atuel no quedaron edificios públicos, Arizu salvó una buena parte de sus construcciones debido a que eran de ladrillo armado y por ello la bodega pudo seguir funcionando. Los edificios construidos en ladrillo, tales como la estación del Ferrocarril y las casas de empleados de Arizu, no sufrieron daños de importancia. Las construcciones que cayeron, en su mayoría viviendas de la villa, eran muy precarias y de adobe.
Como era habitual en estos casos, apelando a la solidaridad, se realizó una colecta nacional que recaudó fondos para asistir a los damnificados. Dos diputados nacionales propusieron un proyecto de ley para la reconstrucción de la región afectada, con ayuda nacional para evitar el despoblamiento de esta próspera región agrícola. Los recursos estaban destinados a la construcción de viviendas mínimas pero la ley no se aprobó y los fondos demoraban. Pasaban los meses y no se habían concretado medidas efectivas para la reconstrucción. Recién en octubre las autoridades municipales y provinciales decidieron el destino de los fondos de la colecta nacional para las víctimas.
Finalmente el gobierno provincial licitó la construcción de una serie de módulos habitacionales mínimos en hormigón armado (los primeros que se hacían en la provincia) destinados a vivienda popular, con la novedosa tecnología del “cemento armado”. Estos módulos, ampliados, reformados y mixturados con nueva edificación, aún permanecen como testigos materiales de aquella etapa posterremoto. En la construcción de estos módulos se empleó todo el dinero de la colecta nacional. El pueblo seguía sin escuela y sin dispensario de salud.
El primer Mundial de Fútbol
La Copa Mundial de la FIFA Uruguay 1930 fue la primera edición del Campeonato Mundial de Fútbol organizado por la FIFA. En este primer campeonato jugado en Uruguay participaron 13 países entre el 13 y el 30 de julio de 1930. Quedaron como finalistas Argentina y Uruguay, los tradicionales rivales en el Rio de la Plata.
La final se disputó en el famoso Estadio Centenario de Montevideo el 30 de julio, construido a propósito para el Mundial. Las crónicas relatan que las puertas del estadio se abrieron a las 8:00 h, 6 horas antes del inicio del partido, y ya al mediodía estaba lleno. La asistencia registró 93. 000 espectadores, de los cuales entre 15.000 y 20.000 eran argentinos que hicieron el viaje a Montevideo para presenciar la final. El partido acabó 4:2 a favor de Uruguay y se adjudicaron el título de campeones del mundo. Argentina tuvo el segundo puesto.
Epílogo
Promediaba el año 1930 y Villa Atuel seguía necesitando ayuda nacional para la construcción de edificios públicos. La Escuela del pueblo, creada en 1912, había caído con el terremoto del año anterior y no habían alcanzado los recursos para reconstruirla.
Fue entonces cuando los organizadores del Mundial de Fútbol de Uruguay donaron parte de los ingresos obtenidos del partido final entre Argentina y Uruguay para construir el nuevo edificio. El proyecto fue realizado por el Arq. Raúl J, Alvarez, de la Dirección de Arquitectura de la Provincia, y construido de inmediato. Es un edificio sismorresistente construido con la mejor tecnología de la época. Por eso la Escuela lleva como nombre “Argentinos-Uruguayos”
Si bien se ha construido una nueva Escuela en la Villa, acorde a las necesidades del presente, esta histórica y valiosa construcción espera una restauración, la asignación de un nuevo uso y ciclo de vida, que recupere sus significados y cuente la historia del lugar. Es un valioso bien cultural, uno de los edificios más antiguos de la región, con declaratoria provincial y con todas las condiciones para ser valorado y conservado.
En ese marco nuestro equipo en Conicet Mendoza, propuso al Municipio de San Rafael incluir a esta Escuela en un Programa Nacional de Pueblos Históricos, de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos (ya que Villa Atuel puede ser declarado Pueblo Histórico Vitivinícola Nacional), lo cual permitiría con fondos de la Nación recuperar este valioso edificio.
Además sería muy beneficioso, tanto para la población local como para el turismo, recuperar la promoción de villa Atuel como poblado histórico con un valioso patrimonio por preservar, convirtiendo en recurso estos bienes patrimoniales y activando la historia del oasis del sur a través de la historia de la Villa.
Aún no ha habido una repuesta concreta del Municipio.
Esta Escuelita que ganó con el Primer Mundial de Fútbol de 1930, ¿podrá ganar ahora este Mundial en 2022?
* La autora es Investigadora del Conicet.