El conflicto por la falta de gasoil en Argentina se ha extendido y, como era de esperar, ha terminado por golpear al campo mendocino. Es que si bien no se han registrado protestas con cortes de rutas como en otras zonas del país, la provincia está entre las más afectadas por el abastecimiento.
En una consulta rápida, muchos de los medianos y pequeños productores, tanto vitivinícolas como de otras producciones, aseguraron haber sido afectados por la falta de gasoil. Es que algunas empresas tienen sus camiones y arman sus propios repartos principalmente para llegar a la zona centro y norte del país. Tal como se conoce, al cierre de esta edición los cortes y la falta de gasoil seguían afectando seriamente el corredor Córdoba - Santa Fe y gran parte del norte y litoral argentino.
Por lo pronto, las entregas de producto se están ralentizando y de escalar, es probable que empiecen a faltar productos en algunas zonas y con ello muchas empresas pierdan de vender su oportunidad de vender.
Ahora bien, ¿cómo se llega a este punto? Datos de la Secretaría de Energía de la Nación muestran que en la última década la extracción de crudo en las principales provincias productoras cayó 3,5%. El dato sirve para poner en escenario un tema mayor y largamente analizado en Los Andes. La economía está estancada, la infraestructura crece por debajo de las necesidades del país, y con ello llegan estos cuellos de botella.
Esta semana algunos referentes indicaban que es de esperar que en dos semanas se solucione el desabastecimiento de gasoil, ya que el país importa 30% de la producción de ese combustible para abastecer el mercado local y con la llegada de los barcos adquiridos con el producto, podría mejorar la situación.
Ahora tal como sabemos se trata de parches. Argentina tiene serios problemas estructurales que terminan perjudicando a los mismos de siempre, los chicos y los medianos.
Es evidente que no hay por ahora ninguna propuesta seria de mejora integral que permita un crecimiento real y con ello mejoras en las conexiones que tiene el país.
El vino y la industria conservera son algunas de los sectores afectados, por un conflicto, que tiene una difícil resolución en el corto plazo.
