Enrique Juan Dussel, hijo de Lorenzo Dussel y Magdalena Mendaro (de nacionalidad uruguaya), nació en Buenos Aires en 1904.
Hacia 1910, las actividades laborales de su padre, dedicado a la venta de herramientas y maquinaria agrícola, llevaron a la familia Dussel a trasladarse a Basavilbaso, poblado de la provincia de Entre Ríos, motivo por el cual Enrique cursó sus estudios primarios como pupilo en el Colegio Superior del Uruguay “Justo José de Urquiza”, en la ciudad entrerriana de Concepción del Uruguay.
Hacia 1917, también por cuestiones laborales, la familia Dussel dejó la provincia del Litoral y se trasladó a Mendoza, lo que llevó a que el joven Enrique realizara sus estudios secundarios en el Colegio Nacional (hoy Colegio Nacional “Agustín Álvarez”).
Con 17 años aspiraba a estudiar la carrera de Medicina, proyecto que debió cumplir en la Universidad Nacional de Córdoba, dado que en Mendoza la primera Facultad de Ciencias Médicas dependiente de la Universidad Nacional de Cuyo sería fundada recién en 1950.
A los 23 años y ya con el título de médico cirujano, regresó a Mendoza.
Su trayectoria profesional en la provincia comenzaría aproximadamente hacia 1927, cuando la Dirección General de Salubridad le ofreció encargarse de la recién inaugurada Sala de Primeros Auxilios del departamento de La Paz.
Allí decidió radicarse y formar su propia familia, junto a su joven esposa y tres hijos que nacieron y se criaron en aquel pequeño poblado del este mendocino.
Su actuación en el departamento paceño es memorable si tenemos en cuenta su escaso desarrollo para ese entonces y las enormes necesidades de sus pobladores.
Enrique Dussel se encargó de vacunar a todos los niños contra la difteria y prestó -casi incansablemente- servicios en la sala de primeros auxilios de la zona, entre otras acciones benéficas.
Tal como lo recuerda su hijo Enrique (reconocido filósofo mendocino): “…era un médico a la antigua. A todas las horas del día y aun durante toda la noche llegaban sus enfermos. Recuerdo siempre cómo llegaba la gente para consultarlo en la noche, a la madrugada, no tenía hora para sí. Cuando terminaba el camino o la huella de tierra para el auto seguía a caballo; entraba en los ranchos más perdidos del desierto, los más pobres, aunque no pudieran pagarle nada; con sus manos dio a luz a todos los niños de la región durante quince años…”.
A principios de la década de 1930, a causa del foco epidémico de neumonía pestosa en la provincia de San Luis que requería de facultativos para aplicar acciones de emergencia en las zonas limítrofes, se le encomendó la tarea de instalar un cordón sanitario en La Paz para evitar la propagación de la enfermedad hacia el resto de la provincia.
Fue responsable de la ejecución de medidas de emergencia como la instalación de cuadrillas de desratización, control de personas que transitasen por el carril Desaguadero hacia Mendoza, aislamiento (cuarentena) de casos sospechosos, desinfecciones y vacunación intensiva.
A lo largo de los años treinta, por su trascendente prestación de servicios sanitarios en el departamento, fue designado médico del Ferrocarril Británico, de la Policía y de la Municipalidad.
Otro aspecto interesante de su vida lo constituye el hecho de que ya por aquellos años comenzó a formar parte como miembro activo del Partido Demócrata de Mendoza, destacándose en su currículum de actividad partidaria la realización de mítines y actos políticos en el departamento.
Luego de más de diez años prestando servicio médico y viviendo en La Paz, hacia 1940, en plena guerra mundial, fue despedido del Ferrocarril Inglés por su origen alemán -según relata su hijo-.
Junto a su familia se trasladó a Buenos Aires.
Una vez allí se especializó en Nutrición con el Dr. Pedro Escudero, fundador en 1939 del Instituto Municipal de la Nutrición, hoy Escuela de Nutrición de la UBA.
Luego de un año, regresó nuevamente a Mendoza, pero ya para vivir en la ciudad capital, donde instaló su propio consultorio y también fue designado con un cargo en el Hospital Central.
En 1944, tras el terremoto de San Juan, Dussel participó en los auxilios sanitarios que ofreció la provincia de Mendoza.
Años después, llegado el peronismo a la vida política nacional y provincial, al igual que otros miembros del Partido Demócrata debió dejar su puesto en el Hospital Central, aunque no así su actividad partidaria en el Partido Demócrata.
En lo que respecta a su labor profesional privada, no podemos dejar de mencionar los sitios de trabajo en donde atendió a sus pacientes particulares: el Hospital Español de Godoy Cruz y el Policlínico de Cuyo (hoy Clínica de Cuyo).
En 1975, un accidente cardiovascular le dejó secuelas de las cuales no pudo recuperarse.
El 4 de junio de 1976 falleció a sus 72 años.
Aunque la vida lo fue llevando a diferentes destinos, los primeros pasos de Enrique Dussel por Mendoza no fueron casuales, pues marcaron el inicio de la trayectoria de un hombre abocado a su vocación de médico, que atendió con gran sacrifico y total desinterés las necesidades de quienes lo requerían.
Lo recuerdan con cariño sus hijos.
* IHAA - FFyL - UNCuyo