Cuando se informó sobre el resultado de las pasadas elecciones se indicó que el voto en blanco, al menos en Mendoza, representaba la tercera fuerza. Casi un 9% de votos se consigna como votos en blanco según el recuento provisorio realizado al finalizar los comicios, datos que seguramente no variarán con el recuento definitivo.
El voto en blanco representa la expresión de quienes no consiguen verse representados por la oferta electoral, o no convalidan la forma en que se eligen los candidatos, o algún otro motivo que los conduce a tomar esa decisión.
¿Pero fue tan importante el voto en blanco?
Yo diría que no. Pude constatar, por haber estado fiscalizando los comicios, que los sobres completamente vacíos, que efectivamente representaba ese voto fueron muy pocos, mucho menos que ese 9% que dan los resultados finales. Había partidos que llevaban listas cortas, sin todas las categorías, por lo que quienes se inclinaron por esa alternativa electoral, no votaron el resto de las categorías y así aparecen como votos en blanco, pero no es un voto de rechazo, es solamente una opción incompleta.
Por las mesas que consulté, además de las que accedí a la fiscalización, considero que el voto en blanco fue muy escaso y poco representativo. La gran mayoría de la población eligió a sus representantes, aunque reitero, no todos votaron todas las categorías.
¿Ahora qué pasaría si no existiera la lista sábana y tuviéramos boleta única?
Todos emitiríamos el voto indicando al candidato de nuestra preferencia, aunque no votemos todas las categorías, ya el voto no será en blanco, sino simplemente un voto incompleto por no sentirse atraído por ninguna opción electoral en alguna categoría.
Pero más allá de esta situación de si el voto es en blanco o no, si es significativo o no, importa seguir resolviendo los dos temas:
1) Mejorar la representatividad de nuestros candidatos, lo cual se consigue con una mayor participación ciudadana y así mejoraría la oferta electoral.
2) Terminar con las listas sábanas, incorporando la boleta única, en un principio de papel y luego electrónica. Un buen aporte hacia los ciudadanos y el medio ambiente.
*El autor es dirigente empresarial