La semana política dejó un clima caldeado porque los golpes que recibió el oficialismo nacional en el Congreso fueron contundentes, independientemente de la conveniencia o no de las decisiones tomadas por la mayoritaria oposición. Aunque nada saca, por lo menos hasta ahora, al Presidente de su férrea postura sobre el equilibrio fiscal.
Milei reaccionó y redobló su apuesta contra los sectores opositores en general, aunque cuidando sutilmente de no incluir en lo que él define como casta a los senadores de Pro. En realidad, se ofuscó más con Macri, al que casi definió como un líder que prácticamente no lidera nada, porque el ex presidente salió a apoyar el veto total de la reforma jubilatoria que dispuso el libertario luego de que sus senadores votasen a favor de dichos cambios.
Da la impresión de que habrá alguna discusión entre los legisladores y Macri para poner las cosas en claro y tratar de mantenerse en adelante más o menos en línea con las propuestas del Gobierno, aunque tengan voz los que consideran que el tiempo de tolerancia se ha cumplido.
De todos modos, para el macrismo no es fácil abrirse paso apresuradamente. Falta un año para las parlamentarias de mitad de mandato y el gobierno de Milei tiene que demostrar que su estrategia economicista da, o al menos insinúa, los resultados prometidos. Cuenta el Presidente aún con una importante adhesión de parte de la gente, más allá de algunos números que estarían mostrando un estancamiento o caída en algunos casos.
Otro aspecto que seguramente también alteró los ánimos del Gobierno es la postura de los gobernadores de lo que fue Juntos por el Cambio, fundamentales a la hora de dar apoyo a la versión final de la Ley de Bases sancionada por el Congreso.
¿Qué pasó en esta oportunidad? ¿Miraron para otro lado y dejaron que los legisladores que en muchos casos los representan desde las bancas se sometieran a la correntada opositora? ¿O directamente marcaron una distancia prudente con las políticas del Ejecutivo Nacional?
Por lo menos, Alfredo Cornejo pretendió demostrar que sigue manteniendo coincidencias con las políticas generales de Milei al expresar su satisfacción por la visita que en pocos días realizará el Presidente a la provincia. Disertará en el marco del encuentro del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas. Terreno propicio para que el líder libertario hable de lo que más sabe.
El Gobernador sostuvo que la visita del primer mandatario “es una buena oportunidad” para conocer más en detalle sus metas sobre el plan económico que lleva a cabo, ya que en dichos foros Milei siempre aporta algo más en el tema.
Claramente quiso indicar Cornejo que no hay en el horizonte cercano intención alguna de cambiar el rumbo con respecto a la identificación que tiene su gestión con las premisas de equilibrio y orden fiscal que ejerce drásticamente el gobierno nacional.
Mientras tanto, como lo viene haciendo en las últimas semanas, el jefe del Ejecutivo siguió participando de distintos eventos que le permiten mostrarse en temas más sensibles hacia la población y que muestren más dinamismo en su gestión. Uno de los casos fue su participación en la habilitación de la línea de alta tensión Cruz de Piedra, realmente una obra importante. Aunque también la gestión provincial debe superar sobresaltos derivados de la crisis económica y social, como la inseguridad, que sorpresivamente dejó un número de víctimas fatales importantes el fin de semana pasado, obligando a la ministra de Seguridad a salir a explicar las causas y a dar apoyo al personal policial.
La oposición busca rearmarse
Uno de los hechos locales trascendentes de la semana fue el acto de relanzamiento de Pro en nuestra provincia. Con el nuevo presidente partidario, Gabriel Pradines, a la cabeza, el macrismo local dio un primer paso para tratar de reacomodarse luego del tormentoso tiempo que se generó tras la partida de Omar de Marchi, que ahora volvió al partido y fue presentado como el dirigente referencial que nadie discute.
Y está claro que se trata del macrismo ya que los presentes pudieron ver un video con el mensaje de adhesión y respaldo de Mauricio Macri a la nueva conducción partidaria mendocina.
Además, hubo presencia de varios dirigentes de otros partidos bastante afines al pensamiento político de Pro que integraron en la última contienda electoral La Unión Mendocina y que podrían llegar a tener una convergencia electoral el año próximo. Es que Pradines señaló que la intención del partido que ahora conduce es liderar una corriente que compita directamente con el radicalismo de Cornejo, con el que marcó diferencias muy importantes una vez más.
La estrategia más clara pasa por ejercer desde ahora una fuerte oposición al oficialismo de Cambia Mendoza. Hay una sensible enemistad política, que se acrecienta por la presencia de dirigentes partidarios totalmente identificados con el gobierno provincial encabezados, obviamente, por la vicegobernadora Hebe Casado, que enfrentó a Pradines en la reciente interna para reencarrilar al partido.
Esa es la gran apuesta para las elecciones del año próximo en el plano local, ya que el armado de La Unión Mendocina no arrojó los resultados esperados como fuerza en lo legislativo. Y una lógica estrategia: ganar tiempo en el rearmado político antes que la avanzada mileísta pretenda asentarse en este territorio. Hay sectores, como el de los demócratas, que en algún momento deberán decidir del lado de quién competir a nivel local.
Por eso hay muchos que especulan que, sin apartarse de Macri, De Marchi podría llegar a ser, también, referente del gobierno nacional en Mendoza aprovechando que mantiene un cargo bastante importante en el área de la Jefatura de Gabinete. Y, justamente, el titular de esa área estratégica, Guillermo Francos, es uno de los pocos cultores del armado y el consenso político que tiene el gobierno nacional en base a una trayectoria política interesante.
Dicen en el peronismo mendocino que nadie le cierra la puerta a nadie. Con cada elección el PJ local ha comprobado en los últimos años que el camino se torna cada vez más difícil de transitar y que, por lo tanto, es necesario que todos aporten si es necesario empujar para seguir el ritmo de los demás competidores.
El criterio pasa por evitar una nueva interna que termine desgastando a los pocos dirigentes que todavía pueden mostrar capacidad y posibilidades para presentarse ante la ciudadanía como opciones competentes. Los que de algún modo actúan como estrategas preferirían una unidad bien acordada (varios creen que el tiempo del kirchnerismo pasó) y si tienen que resolver algún entuerto a nivel departamental sea lo más discreto posible, sin una interna voraz.
Nuevamente aparece el sanrafaelino Emir Félix como posible candidato a encabezar la lista de diputados nacionales. En estos momentos no ocupa ningún cargo. Habrá que ver qué piensan por el lado de La Cámpora, ya que la garantía de puestos con posibilidades de entrar a la Cámara de Diputados de la Nación es bastante escasa para el peronismo.
Vislumbran en el PJ mendocino otra vez un escenario electoral de tres fuerzas, si se tiene en cuenta que el remozado Pro mendocino pretende encabezar un armado que compita con el cornejismo. Algo bastante similar, por lo menos hasta ahora, a lo que representó en la última elección La Unión Mendocina.
Y una gran incógnita surge cuando se pretende vaticinar en qué lugar encajarían los libertarios de Milei. El Presidente sigue siendo factor de triunfo y seguramente su gran pretensión será encontrar candidatos potables en la mayoría de las provincias.
Si el actual vínculo se mantiene y el plan de Milei logra popularizarse, en la política mendocina ya se especula con un posible acuerdo que conduzca, ya que las elecciones en esta provincia son desdobladas, a una lista de candidatos a diputados nacionales que favorezca los intereses del mileísmo y otra a nivel provincial que se identifique con el gobierno local. Futurismo por el momento.
Volviendo al oficialismo local, sí se puede deducir que el gobernador Cornejo, al que le gustan los desafíos, buscará consolidar su espacio pensando en su sucesión. Un radicalismo desdibujado y con pocas figuras “seductoras” a nivel nacional lo obliga a reforzar la impronta de gobierno que tiene la UCR aquí. Y que, en su retiro del poder, dentro de poco más de tres años, pueda dejar el bastón de mando en otro radical. Pero, falta mucho y la política, siempre tan cambiante en el país, puede ofrecer derivaciones en este momento impensadas.