“Al cumplir los 80 no pienso en la vejez como en una época cada vez más penosa que tenemos que soportar de la mejor manera posible, sino en una época de ocio y libertad, liberados de las urgencias artificiosas de días pasados.” Oliver Salk.
Vivimos en un mundo que adora la juventud y la vende en sus listas de éxitos, pero unos cuantos artistas, e intelectuales demuestran que la experiencia es la mejor aliada.
La sociedad del espectáculo produjo una cultura donde la juventud parece ser sinónimo de éxitos y promesas, en cambio pasando los 70 años parece ser una etapa donde sólo caben motes, despectivos, irónicos o ridículos: Viejo/a ,vejestorio, abuelitos, gaga, jubilado/as, caricaturas grotescas, cargas... rodeados de la bondad familiar o encerrados en geriátricos.
La opinión tendrá que dar paso a la certeza, pues en un futuro próximo habrá más longevos activos y no serán sólo excepciones, sino realidades en las que tendremos que valorar su sabiduría y experiencia de vida.
Mencionaré algunos ejemplos : Maestro Luis Quesada, 98 años; Beto Brandoni, 80 años; Juan José Sebreli, 90 años, quien acaba de publicar su último libro “Desobediencia civil y Libertad responsable”; el Papa Francisco, 84 años, y muchos más.
Y si pensamos en extranjeros: Mario Vargas Llosa , 83 años, José Sacristán, 82 años; Woody Allen, 84 años, Reina Isabel II de Inglaterra, 93 años, y podemos seguir mencionando una interminable lista de artistas, intelectuales , empresarios, artesanos.
Los roles de las mujeres también han cambiado con la edad y la cultura,: las abuelitas con cabellos blancos, rodetes, grandes anteojos, delantal y tejidos, se han convertido en mujeres emprendedoras, con imágenes diferentes, aunque no haya disminuido , para algunas, la vocación de contar cuentos a sus nietos.
Carlos Delgado-Calvete, prestigioso psiquiatra español, nos dice que la vejez se suele asociar con el declive de las funciones físicas e intelectuales, pero esto no se cumple de forma inexorable, y en concreto, en el caso de quienes han tenido una actividad creativa intensa a lo largo de su vida.
Se insiste especialmente en su producción a partir de los 70 años y en la fecha de su última creación. De forma general, se puede afirmar que se mantiene la creación artística e intelectual hasta edades avanzadas, e incluso hasta la muerte. En algunos artistas se aprecia un cambio de estilo, temas o técnica en los últimos años.
El concepto de vejez y envejecimiento se encuentra asociado al declive de las funciones físicas y cognitivas con la edad, pero esa connotación fatalista y negativa no puede entenderse de forma universal. En el caso de las personas que han desarrollado a lo largo de su vida una actividad creativa, poco se cumple esa expectativa de declive de su actividad en los últimos años de vida.
Cada vez se insiste más en la importancia de desarrollar y fomentar la creatividad en la vejez como una manera de contribuir a un envejecimiento sano. Arthur Cropley afirma que hay razones para creer que la creatividad refuerza el desarrollo de una personalidad sana y de la edad mental y que esto “constituye un fuerte argumento de la importancia de mantener la creatividad, incluso en edades avanzadas”.
Ahora pensemos en los adultos mayores, como verdaderos ciudadanos con derechos (que los gobiernos rara vez cumplen y respetan) y obligaciones, entre las cuales mencionaré el derecho al voto, que parece ser el único medio para expresar su apoyo o rechazo a los gobiernos de turno y a los relatos políticos. En las próximas elecciones serán más de 5 millones de votantes jubilados. Suma importante para seguir defendiendo sus derechos a vivir una vida digna y en paz.
La Asociación Adultos en Acción (AeA) a la cual me honro en pertenecer están demostrando fehacientemente su compromiso social y ciudadano , su creatividad, y su gran producción, en sus reiteradas visitas a funcionarios, periodistas, ONG, a los que agradece no sólo sus amables entrevistas , sino su compromiso en acciones concretas para defender los derechos de los adultos mayores.