La verdad sobre el dólar

¿Qué pasaría si el gobierno sincerara el valor del dólar en $600? ¡Se desataría una hiperinflación atroz con consecuencias que es preferible no imaginar!

La verdad sobre el dólar
Imagen ilustrativa / Archivo.

Algunos números

Los números asombran pero debemos conocerlos porque demasiado nos han ocultado y mentido. Los gobernantes y políticos mienten y hay un 30% rígido que vota una ideología que ha llevado a la Argentina a su destrucción durante setenta años. Considerando que la masa circulante en 2020 asciende a 1 billón 800.000 millones y las reservas líquidas en el BCRA, descontada toda la hojarasca de papeles financieros, bonos, títulos, etc, alcanzan a u$s 3.000 millones, el dólar debería costar hoy ¡$ 600!

Tenemos un país sin moneda y un gobierno inepto que solo se preocupa por una muy dudosa cuarentena, la más larga e inoperante del planeta. Fernández y Cristina nos ordenan que debemos pensar, ahorrar y comerciar en pesos para proteger nuestra moneda, que debe volver a ser valiosa y con prestigio mundial. Como si la responsabilidad por todo esto fuera nuestra y no de los gobiernos que han emitido sin control, gastado sin pudor y destruido el capital nacional. ¡Qué mentira impresentable, qué despropósito, que necedad, qué ineptitud! El populismo, la demagogia, la pésima administración, el gasto público exorbitante, el déficit fiscal absurdo, un ministro de economía que no existe y una Presidente “real” postmarxista populista que está completando la destrucción del período 2007/2015 con un Presidente nominal carente de poder y aptitudes para ejercer su cargo han violado sus juramentos prestados al asumir.

El valor del dólar

Depende de que no exista inflación y por tanto, tampoco emisión monetaria. Saturado el país de emisión de moneda sin valor por obra de los sucesivos gobiernos, especialmente los últimos kirchneristas peronistas desde 2003 y el del inútil de Mauricio Macri (2015/2019), las reservas en dólares que llegaron a los u$s 55.000 millones, se esfumaron en la falsa protección del dólar y permitir la fuga de capitales por el préstamo del FMI al gobierno de Macri de u$s 44.000 millones que hay que devolver, con pena y sin gloria.

Esto, más el gasto público exorbitante, el agrandamiento constante del Estado y el déficit fiscal (8% del PBI), todo obra de los inútiles y muchos corruptos gobernantes, produjeron la escalada sin fin del valor del dólar y la depreciación bochornosa del peso. Fernández y Cristina mienten en todo y se desentienden de sanear y cuidar la macroeconomía.

Esta dice que el problema más grave de Argentina es el bimonetarismo (peso/dólar) pero no dice que lo causan los gobiernos populistas que emiten, deprecian la moneda y la gente huye despavorida hacia el dólar.

¿Por qué aumenta el precio del dólar?

¿Cómo es posible que el dólar siga subiendo con estanflación (recesión más inflación), cepo del billete verde y casi inexistencia de demanda? Porque al no tener dólares el BCRA y existir un circulante de moneda sin valor aquéllos buscan su valor real, que es hoy de $ 600 por unidad. ¿ Y por qué la cotización está en $83, o $130, o $180 en este popurrí monetario de Fernández? Porque el gobierno lo frena artificialmente proveyendo y despilfarrando dólares en el mercado sin efecto productivo.

¿Qué pasaría si el gobierno sincera el valor del dólar en $ 600? ¡Se desataría una hiperinflación atroz con consecuencias que es preferible no imaginar! ¿Entonces cuál es la solución? Fernández no la tiene ni sabe cuál es. Por lo que viviremos en este estado hasta el 2023, con el 30% kirchnerista que respalda a Cristina, sus colaboradores y organizaciones peronistas fanáticas que no quieren abandonar al gobierno ni al poder y creen que ella las salvará del capital y de la democracia, instaurando el populismo para siempre, utopía perversa. El gobierno no puede brindar soluciones porque según el dogma peronista lucha contra el capital y así lo dice en su marcha: Perón logró el cariño popular “combatiendo al capital”.

Salidas democráticas

Quienes están en la oposición deben buscar salidas democráticas. Votar en 2021 renovando legisladores para que todos los proyectos destructivos del país sean rechazados. Exigir a los partidos opositores que designen a sus candidatos presidenciales exhibiendo claramente sus planes de gobierno orientados a restaurar los principios que hicieron exitoso a este país en el siglo XX modernizados y actualizados. Prohibir que sus voceros digan que hablar de candidatos es no respetar al pueblo. Faltarnos el respeto es postergar a candidatos y programas de gobierno hasta último momento, no permitiendo a los electores analizar y estudiar las ofertas electorales y evitar las sorpresas y mentiras que imposibilitan la anhelada reconstrucción seria de Argentina.

Debemos exigir además que Alberto y Cristina terminen su período de gobierno en 2023, porque la democracia lo demanda y porque demostrarán al electorado que no saben gobernar y que el populismo postmarxista solo puede profundizar más nuestra decadencia.

Algunos dirán que no podemos admitir que continúe esta obra destructiva. Hemos vivido setenta años en esta decadencia atroz y la democracia nos exige el sacrificio de tres años más. Pero para evitar el falso mito de que el peronismo populista es la única solución, deben terminar su mandato, y nosotros exigir al nuevo gobierno que se cumpla el juramento ante Dios, o la Patria y demandar todas la responsabilidades y consecuencias en caso contrario.

Pensé que quizá sería cruel dar a conocer la realidad tal cual es hoy. Pero me contesté que se debe terminar con las mentiras y los ocultamientos nefastos. “La verdad aunque dura nos hará libres” y solo así podremos encarar con optimismo el futuro.

* Doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales. Especial para Los Andes

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